Todavía no hay presupuesto ni plazo para hacer las refacciones necesarias en los techos de la Biblioteca Argentina, donde las goteras existentes en distintas partes del edificio y en la hemeroteca ponen en peligro parte de la extensa colección de libros de la institución de Presidente Roca y pasaje Alvarez.
Consultados sobre el estado precario del edificio, afectado fuertemente por la pedrea del 15 de noviembre pasado y el reciente temporal de fines de marzo, la secretaria de Cultura municipal, Chiqui González, y su segundo, Juan José Gianni, informaron a Rosario3.com :”Estamos tramitando el permiso de la Secretaría de Hacienda para que nos autorice las obras necesarias” y admitieron que no conocen aún cuándo se podrá arrancar con las mismas.
Es más, afirmaron que las filtraciones en la bilbioteca y en la hemeroteca no son los únicas que debe cerrar la Secretaría de Cultura. “Estamos trabajando y enfrentando la situación pero no sólo la biblioteca y la hemeroteca han sufrido las consecuencias de la lluvia, también la Isla de los Inventos y la misma sede de la Secretaría de Cultura”, advirtió González, e intentó tranquilizar: “Lo vamos a arreglar, creemos que este es el daño más urgente porque la biblioteca presta un servicio único y especial para los rosarinos”.
Patrimonio a merced del agua
La grave situación edilicia que enfrenta por estos días tanto la Biblioteca Argentina como la Hemeroteca fue denunciada por la trabajadora Claudia Bazán. La mujer, que se desempeña hace tres años en la Sala de Lectura, manifestó que el agua pone en riesgo la colección de textos que se atesoran en ese espacio. Por los daños sufridos, el establecimiento debió cerrar durante 48 horas (30 y 31 de marzo). “Ahora volvió a abrir, pero quedan muchos problemas pendientes”, aseguró.
“¿Hay diferencia entre quemar libros y dejar que se mojen?”, se preguntó la mujer en su blog, en donde hace referencia a esta situación y apunta que el problema no es nuevo. “No es la primera vez que se inunda, pero esta vez después de la pedrea y las lluvias quedaron goteras permanentes, el agua que se filtra cae sobre libros e instalaciones eléctricas. Se desprendió parte del techo en la sección Internet y es complicada la situación del subsuelo, que funciona como depósito”, detalló.
Claudia explicó cómo los fenómenos meteorológicos extremos que azotaron la región en los últimos meses afectaron a la Hemeroteca. “El edificio está cerrado al público porque se llevaron los diarios al salón de lectura ya que el depósito tiene goteras”, sostuvo. “La atención se realiza en instalaciones de la Biblioteca, aunque en forma limitada porque sólo se prestan los diarios más recientes”, aclaró.
En su blog, la trabajadora planteó un panorama de la situación: “El abandono no es ninguna novedad, el proyecto de remodelación presentado en el año 2005 es parte del pasado, lo único cierto es que lectores y trabajadores estamos expuestos a sufrir cualquier tipo de accidente, cuando las instalaciones no son las adecuadas”.
“Comparada con la emergencia sufrida por numerosos barrios de nuestra ciudad, esta situación podría ser considerada menor, pero no lo es, cuando fuera de dicho contexto es constante el abandono al que es sometida una institución tan importante”, denunció.
“¿Hay diferencia entre quemar libros y dejar que se mojen? Seguramente sí, porque lo primero es violento y fascista, pero lo segundo, es también violento”, concluyó.