Apareció, pero no se trataba de un fantasma. El hombre nunca murió, pese a que su hermano estaba preso por su asesinato hacía tres meses en Córdoba. Un vecino había asegurado ser testigo del hecho, y una serie de indicios hicieron que el "criminal" fuera a parar tras las rejas. Pero resulta que ahora, al "muerto" se lo vio mendigando en un barrio de la periferia de la ciudad mediterránea. El caso tuvo como protagonista a Ricardo Romero, de 41 años, quien vivía en el paraje de San Lorenzo, vecino a la localidad de Mina Clavero, a 155 kilómetros al oeste de Córdoba. Romero trabajaba como peón de campo y tenía problemas mentales, por lo que vivía con su hermano Jorge, tres años mayor, que realizaba un trabajo similar. En octubre de 2004, Ricardo Romero desapareció de su casa, aunque recién en 2005 una de sus hermanas, Carmen, realizó una denuncia para solicitar su averiguación de paradero ante la fiscalía de la localidad de Cura Brochero, lo que fue confirmado a Télam por voceros de esa dependencia. Por tal motivo, el fiscal Juan José Libra instruyó a la policía de la región para que iniciara la búsqueda del hombre, para lo que solicitó además colaboración de la Dirección de Protección de las Personas de la policía provincial. En abril de este año, cuando aún no se había obtenido ningún dato sobre el paradero del desaparecido, un vecino de los hermanos se presentó ante el fiscal Libra y le dijo que en 2004 había visto cuando Jorge Romero disparó con una escopeta contra su hermano Ricardo. El vecino le dijo al fiscal que no había efectuado antes la denuncia por "temor" y añadió que los hermanos discutían periódicamente por una herencia, por lo que no era descabellado pensar que Jorge hubiera querido deshacerse de su hermano. Entonces el fiscal ordenó la detención de Jorge Romero como presunto autor del delito de homicidio agravado por el vínculo y lo envió a la cárcel de Villa Dolores, de donde fue posteriormente trasladado a la prisión de Bouwer, en proximidades de la ciudad de Córdoba. Paralelamente, la policía intensificó la búsqueda del cuerpo del desaparecido y en ese marco revisó campos y pozos ciegos, aunque sin resultados. Finalmente, la tarde del sábado pasado Ricardo Romero fue visto mendigando en la avenida de Circunvalación, en sector sur de la ciudad de Córdoba, por otro hermano que casualmente conducía un taxi por el sector. El hermano avisó a sus familiares y a la policía, tras lo cual intervino en el hecho del fiscal del caso, quien ordenó la inmediata liberación de Jorge Romero.