El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) difundió este domingoen Mendoza un informe en el que sostiene que los países de América Latina y el Caribe requieren de una "ambiciosa agenda de crecimiento" para superar las "significativas brechas de inversión y productividad" de la región.

"América Latina lleva muchas décadas acumulando un déficit de crecimiento", sostuvo Santiago Levy, vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID en el informe difundido en la asamblea anual de Gobernadores que concluye hoy en la capital mendocina.

"La estabilidad macroeconómica es un buen punto de partida para lograr que la economía avance, apuntó Levy.

"Pero para crecer más vigorosamente, necesitamos invertir más y más productivamente, y atacar los cuellos de botella que limitan el crecimiento, incluyendo el diseño de sistemas impositivos, bajos niveles de ahorro, restricciones crediticias y carencia de mercados competitivos que recompensen la productividad", agregó.

El informe indica que "mientras que la economía mundial enfrenta potenciales riesgos de mayores tasas de interés y una corrección a los precios mundiales de los activos, la perspectiva general de la región es positiva, con un índice de crecimiento esperado de 1,9% este año". 

Sin embargo, esto se encuentra muy por debajo del índice mundial previsto (3,9%) por lo que la región "seguirá a la zaga a menos que se promulguen sustanciales cambios de política en el frente económico".

Advierte que "los factores que impulsaban el crecimiento anteriormente, como las tendencias demográficas positivas, el aumento de los precios de materias primas y los estímulos fiscales disponibles, se han revertido o restringido".

El informa del BID remarca que América Latina y el Caribe "decididamente necesitan más inversiones, especialmente en infraestructura". 

"La tasa de inversión promedio del período comprendido entre 1990 y 2017 fue 17% del PIB, por debajo del 26% correspondiente a Asia Emergente. Asimismo, la región "es 40% menos efectiva que Asia Emergente en la generación de crecimiento del PBI (Producto Bruto Interno) por cada dólar adicional invertido", indica.

La economía de América Latina "sería tres veces mayor si hubiera logrado igualar las tasas de inversión y eficiencia de Asia Emergente desde 1990", subraya.

Entre los "desafíos" de la región se encuentran "bajos índices de ahorro con sistemas financieros reducidos e ineficientes, sistemas de pensión con poca cobertura, y en el frente fiscal, poca recaudación y sesgos contra la inversión pública en relación con el consumo", puntualiza el informe del BID.