El huracán "Sandy" llega hoy a las proximidades de Nueva York para encontrar una metrópoli prácticamente paralizada, con evacuaciones y cierres de servicios públicos, instituciones, empresas y hasta la bolsa en toda la región. A media mañana, el fenómeno se encontraba a unos 500 kilómetros al sur-sudeste de la Gran Manzana y avanzaba rápidamente, con una velocidad de traslación de 32 kilómetros por hora.

Los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, y la alcaldía de la Gran Manzana han decretado medidas de emergencia y acelerado todo tipo de preparativos, como la movilización de unidades militares, para minimizar las consecuencias de la tormenta, informa la agencia EFE.

El área metropolitana de Nueva York, donde viven unos 19 millones de personas, se encuentra desde la noche sin transporte público (trenes de cercanías, metros y autobuses), también se han cerrado los parques y mañana estarán cerradas las escuelas, que atienden a 1,1 millones de estudiantes.

La ONU, las universidades, algunas de las principales entidades financieras y hasta los teatros de Broadway y los museos han anunciado que estarán cerradas hoy, y posiblemente también el martes.

La bolsa de Nueva York, situada muy cerca de la zona evacuada del Bajo Manhattan, no abre sus puertas para las operaciones físicas pero sí estará abierta para las contrataciones electrónicas, que suponen el 80% del total.

Los aeropuertos Dulles Internacional, Reagan Nacional, y Baltimore Internacional, que sirven al área metropolitana de Washington, han indicado que está suspendida la mayoría de los vuelos. La empresa Amtrak de ferrocarriles, ha interrumpido sus servicios en la franja desde Washington a Boston, Massachusetts.

Nueve estados, desde Carolina del Norte hasta Massachusetts, han declarado el estado de emergencia de manera previa para iniciar la preparaciones ante la tormenta y han pedido a los residentes que acumulen agua embotellada, baterías y alimentos.

Las evacuaciones afectan a unos 375.000 habitantes de las zonas bajas de Nueva York más susceptibles de sufrir inundaciones por la combinación de las fuertes lluvias con una marea alta máxima. Se teme que el nivel de agua pueda subir hasta algo más de tres metros.

El agua ya había subido entre 60 y 90 centímetros en el puerto de la ciudad y el estrecho de Long Island antes de las 04:00 GMT, según el Servicio Meteorológico Nacional. Mientras tanto, en la ciudad se puede sentir cómo el viento ha subido progresivamente de intensidad desde la tarde del domingo y tiene ya rachas fuertes.

El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EEUU advirtió de que "Sandy" puede provocar una subida del nivel del agua en zonas bajas de esa ciudad de más de tres metros.

Los meteorólogos también advierten de la posibilidad de que caigan intensas nevadas en las montañas del oeste de Virginia y la frontera con Kentucky, en las montañas cerca de la frontera de Carolina del Norte y Teneessee, y en Maryland, y prevén que las condiciones del mar se mantengan complicadas desde Florida hasta Nueva Inglaterra en los próximos días.

Los evacuados pueden acudir, si no tienen amigos o familiares a quienes recurrir, a uno de los 76 centros de acogida en escuelas públicas, a los que se ha llevado personal y suministros necesarios.

El alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, insistió en la noche del domingo en que los habitantes de esas zonas (la llamada "zona A", que incluye a algunas partes bajas de los cinco distritos de la ciudad) a que se vayan "lo antes posible, ya que el tiempo se acaba".

Las autoridades de Nueva York y Nueva Jersey han tomado una serie de medidas preventivas para prevenir posibles daños por el viento y el agua. También han pedido a la población que tenga una serie de suministros básicos por si hubiera cortes de suministro eléctrico o necesidad de abandonar urgentemente de sus viviendas, lo que generó el domingo una auténtica avalancha de compras en los supermercados y ferreterías.