El Parlamento catalán aprobó este lunes una declaración que dio inicio formal al proceso de ruptura con España para crear un nuevo Estado en forma de república. Una vez que terminó la votación, los independentistas aplaudieron de pie mientras que el oficialismo exhibió las banderas del país y de Cataluña. En tanto, el presidente Mariano Rajoy anunció que el miércoles pedirá la suspensión de la medida sancionada.

La inédita resolución, propuesta por los independentistas Junts pel Sí (Juntos por el Sí) y sus socios de la anticapitalista y secesionista CUP –que suman mayoría absoluta tras las elecciones regionales del pasado 27 de septiembre–, fue aprobada con 72 votos a favor y 63 en contra, anunció la presidenta del parlamento regional, Carme Forcadell. 

"Después de años de reclamar el derecho a decidir, decidimos simplemente ejercerlo", aseguró el diputado de Junts pel Sí, Raúl Romeva, al defender la resolución en el pleno del parlamento catalán. 

"Esta declaración no es una DUI (Declaración Unilateral de Independencia): es un acto íntegro de soberanía, y para nosotros, de ruptura", añadió por su parte la diputada de la CUP Anna Gabriel. 

Durante el histórico debate, los partidos opositores no secesionistas argumentaron que la declaración es ilegal porque es contraria a la Constitución española y el propio Estatuto catalán –ley de autogobierno–, e ilegítima puesto que los independentistas vencieron en las elecciones del 27 de septiembre pero no cuentan con más del 50 por ciento de los votos ni celebraron un referéndum para llevar a cabo un proceso de secesión. 

El Ejecutivo español de Mariano Rajoy ya anunció que recurrirá la declaración ante el Tribunal Constitucional español para que "no tengan efecto alguno".