Tres hermanos que heredaron una vivienda ubicada en barrio Luis Agote atraviesan una pesadilla hace dos años. Uno de ellos tuvo una urgencia económica y necesitó el dinero que le correspondía por la tercera parte del inmueble. Entonces otro pidió plata prestada para ayudarlo, ya que había encontrado un comprador interesado. Sin embargo, al momento de agilizar la operación de la venta se enteraron que el Concejo municipal había declarado a la casa como patrimonio histórico. Ese trámite, que nunca les fue comunicado, frenó la transacción, dejó a uno de los hermanos endeudado y truncó el desarrollo de una familia.

La casa de la familia Redolfi está situada en Urquiza al 3400, justo en la intersección con el pasaje Caldas, frente a la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rosario (Casar). En esa ochava puede apreciarse una fachada antigua, que preserva una estética que no se encuentra en todas las cuadras del barrio.

La casa está ubicada en Urquiza al 3400, en barrio Luis Agote. (Foto: Alan Monzón/Rosario3.com)

Guillermo, uno de los hermanos, habita con su hija y su cónyuge María Verónica en la casa que dejó su papá. Es el único que vive en Rosario, ya que los otros dos están afuera: en Río Cuarto e Italia.

"Habíamos sacado un préstamo para comprar otra casa y la señamos, porque ésta estaba prácticamente vendida a una constructora, ya que es una zona universitaria. Nos endeudamos para ayudar a un hermano de Guillermo. Ahora nos quedamos sin crédito, sin venta, sin compra y con dinero por devolver", comentó María Verónica a Rosario3.com y Telenoche (El Tres).

La casa fue declarada de valor histórico en el 2012, cuando en el Concejo Municipal se discutió el Segundo Anillo Perimetral –a través de un mensaje que envió el Poder Ejecutivo– y se sancionó el catálogo que surgió de un trabajo en conjunto con la Facultad de Arquitectura de la UNR. La normativa aprobada lleva la firma de la intendenta Mónica Fein, del ex secretario de Planeamiento Pablo Barese y de la concejala Norma López, que en ese entonces era vicepresidenta primera del cuerpo legislativo. 

Por la ordenanza sancionada, el inmueble sólo podría alcanzar una altura de 13 metros y su fachada no puede ser modificada. En el Palacio Vasallo aprobaron el año pasado un decreto, por pedido de la familia, que desafectó parcialmente una parte que da al pasaje Caldas. Es decir, el potencial interesado sólo podría edificar un piso por encima de la casa. Por este motivo, la constructora rechazó hacer el negocio.

Más allá de que la declaración afectó la venta de la familia entrevistada, lo cierto es que no existen mecanismos de notificación para los propietarios de inmuebles que hayan sido declarados de valor histórico. Cada interesado tiene sólo dos opciones: revisar si su casa integra el Catálogo e inventario (sección Normas Urbanísticas) del InfoMapa que puso a disposición el municipio, o pedir un Certificado Urbanístico a la Secretaría de Planeamiento, que es un documento público que suelen pedir sólo los compradores interesados. Ésta última herramienta fue utilizada por la constructora que quería comprar la vivienda de Redolfi, es decir, que fueron ellos quienes notificaron a la familia del hecho y no el Estado.

Existe un sólo mecanismo más por el cual un ciudadano puede enterarse que su casa es de valor histórico para la ciudad. La ordenanza Nº 8.533 aprobada en el 2010 señala que el municipio puede notificarlo a través de la Tasa General de Inmuebles (TGI). No obstante, la normativa aclara que deja librado al criterio que el Poder Ejecutivo quiera tomar.

María Verónica y Guillermo se enteraron por su comprador que su casa era patrimonio histórico. (Foto: Alan Monzón/Rosario3.com)

Si bien puede existir especulación inmobiliaria por parte de la constructora que quiso hacer una torre –según permite la norma vigente– de planta baja y dos pisos, es importante resaltar que desde el Palacio Vasallo admitieron que "cada vez son más" los propietarios de las viviendas que se presentan en el Concejo para manifestar que se "enteraron" que sus casas son patrimonio histórico al momento de intentar venderlas.

Según explicó Mariel Santos, coordinadora del Programa de Preservación y Rehabilitación del Patrimonio, el Concejo "es el único" que puede descatalogar este tipo de inmuebles, es decir, hacer "excepciones", en caso de que se presenten proyectos concretos. "Cuando se supera un poco la norma del grado de protección, existe una facultad de enviar iniciativas al Concejo para estudiar una mayor edificabilidad", apuntó y amplió que cada situación debe ser analizada para su factibilidad.

La familia Redolfi es un caso entre muchos. Dicen públicamente que los concejales que visitaron (Viviana Foresi, ex edila; Osvaldo Miatello y Jorge Boasso) no solucionaron su problema que data de 2014, cuando quisieron vender la casa. En el mismo Concejo, desde donde no hicieron una "excepción" con esta familia afectada, se intentará aprobar este jueves la descatalogación de un inmueble ubicado en calle Corrientes, entre Córdoba y Santa Fe, a pedido de la Bolsa de Comercio de Rosario, que pretende hacer allí un edificio.