Horacio Rodríguez, el correntino de 42 años al que le hallaron un escarbadientes en el corazón, nunca se dio cuenta que lo tragó. No lo sintió, y se rió cuando los cirujanos le contaron lo que le habían sacado. "Tiene seis centímetros el palito. No sé cómo llegó ahí", expresó asombrado el jefe de cirugía cardiovascular del Hospital Fernández, donde ocurrió el insólito hecho.

En diálogo con el programa A Diario (Radio 2) que conduce Alberto Lotuf, el jefe de cirugía del Hospital Fernández, Fernando Cichero, manifestó que en el país no hay antecedentes de un caso similar. "Esto no pasa más. Hubo un caso parecido en China en 2011 y otro en Inglaterra", añadió.

Cichero contó que los estudios realizados al paciente que tenía fiebre, tosía con sangre y había bajado cerca de 8 kilos en los últimos meses, hacían parecer que tenía un cateter en el corazón. "(Rodríguez) tuvo una hemorragia digestiva a los 19 años y con las imágenes pensábamos que era un pedazo de cateter que había migrado. Era imposible pensar que era un escarbadientes", agregó.

"El jugo gástrico no es tan poderoso como para desintegrar la madera. Y en las radiografías no se ve el objeto. Científicamente podemos especular con la ubicación del esófago, que está a dos milímetros del corazón; sin ir más lejos desde el esófago se hacen análisis al corazón, a través de una membrana", apuntó el jefe de cirugía del Hospital Fernández.

Cichero explicó que le habían dado determinadas medicaciones al paciente debido a la tos con sangre, a la fiebre constante y a la baja de peso constante.