No es enero, pero parece. Es que los rosarinos sufrían este jueves temperaturas inusualmente altas: el termómetro, a las 16 –el pico de calor del día–, marcó 36,1 grados y la térmica se elevó hasta 41,3. Y adelantan que este viernes será al menos igual de sofocante.

Los expertos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) habían anticipado que la jornada iba a ser una jornada extremadamente calurosa. Pero habían arriesgado una máxima de 34 grados, y se quedaron cortos.

Encima, la temperatura elevada se mantendrá este viernes, día para el que se anticipan máximas de 35 grados. El sol seguirá en el cielo, sin nubes a la vista.

El fin de semana llegaría la lluvia, que traería alivio. Según el último pronóstico, se esperan tormentas fuertes tanto para sábado como para domingo, aunque no se anuncia una baja en la temperatura.