El fiscal Adrián Spelta aseguró este jueves que existe un “pacto de silencio” entre los 19 policías investigados por la persecución que terminó con la muerte de dos jóvenes baleados que iban a bordo de un auto en la zona sur de la ciudad el pasado viernes 23 de junio.

El investigador de Homicidios Dolosos del Ministerio Público de la Acusación (MPA) señaló que sólo un par de uniformados está involucrado de forma directa en el tiroteo fatal y la mayoría, a pesar de no haber cometido ninguna irregularidad, igual firmó el acta de procedimiento conjunta.

“Hay un uso y costumbre habitual que tiene el personal policial en el cual hay una o dos personas comprometidas pero el resto se autocompromete”, dijo Spelta en el programa Radiópolis (Radio 2).

“Nada tienen que ver con el hecho, no hicieron nada mal. Incluso viendo las cámaras, hasta cierto momento -el final- la persecución venía siendo normal y muchos (agentes) ni siquiera cometieron irregularidades pero terminan firmando el acta de procedimiento en una suerte de, para llamarlo de forma coloquial, pacto de silencio. Eso es lo que estoy notando en ese accionar policial”, describió el fiscal.

Según precisó, el hecho ocurrió a las 11.08 de aquel viernes en Callao y Cazadores que acabó con la vida de David Ezequiel Campo y Alejandro Emanuel Medina. Cinco patrulleros llegaron con diferencia de segundos. “Otros llegan al minuto y una tercera tanda como a los 10 minutos”, dijo el funcionario público y explicó que esos últimos policías “no tienen nada que ver con el hecho en sí pero se analiza la situación de encubrimiento”.

El responsable de la pesquisa contó que el miércoles citó a los 19 policías y “uno por uno se les fue quitando el celular para peritarlo”. Buscan determinar “información que ha sido borrada y puede ser de interés para la causa”.

Spelta recordó que también se peritan unas 30 armas secuestradas a los policías y las dos encontradas en el interior del vehículo -que familiares aclararon el mismo día que había sido comprado por una de las víctimas- pero que se sospecha fueron plantadas. Sobre eso último, dijo: “A simple vista son armas viejas, y hay que determinar si se pueden usar. Al abrir del tambor estaba oxidado de lo viejo que estaba”.