Los candidatos presidenciales peruanos, el ex presidente Alan García y el nacionalista Ollanta Humala, cerraron ayer por la noche sus campañas electorales con masivos encuentros en Lima y Cuzco. De este modo, quedó todo listo para que el domingo se dispute la segunda vuelta de las elecciones para definir el jefe de Estado de ese país. En el último encuentro con sus seguidores antes de los comicios del domingo, los candidatos insistieron en sus principales propuestas y se propinaron, como a lo largo de toda la campaña, ataques mutuos. "El 4 de de junio, los peruanos vamos a sentar las bases de la victoria de la democracia frente al militarismo, la victoria de la libertad frente al abuso. En nombre de la democracia y la justicia social derrotemos a quienes pregonan el odio y la confrontación entre peruanos", dijo García, aludiendo al pasado militar de Humala. El ex presidente, tras sus iniciales ataques al teniente coronel en retiro, reiteró que pretende convertir al Perú en uno de los principales países de la región, reducir los sueldos de los altos funcionarios públicos, construir carreteras y dotar de agua potable a los sectores más pobres de la capital. Humala, por su parte, recordó el “pésimo” gobierno de García -al que calificó de “corrupto”- y volvió a vincularlo con el ex gobernante Alberto Fujimori, el ex asesor Vladimiro Montesinos y los intereses de Estados Unidos. "El modelo económico neoliberal ha ido destruyendo la economía familiar, por eso muchos tuvieron que salir del país. Nosotros queremos construir un nacionalismo donde quede fuera la corrupción", dijo desde la plaza principal de Cuzco. Diversas encuestas difundidas hasta el domingo, antes de que entrara en vigencia la prohibición de ley, dieron al ex presidente una marcada ventaja sobre su rival, pero una simulación de voto publicada ese mismo día le dio a García apenas un 52 por ciento y a Humala 48, lo que según expertos podría demostrar la existencia de un voto escondido a favor del militar en retiro. Fuente: Télam