Con el cielo iluminado por el sol naciente, Pisco, la ciudad arrasada por el terremoto que sacudió Perú el miércoles pasado, amaneció este sábado con una nueva amenaza: los saqueos a los envíos de ayuda para los damnificados por la tragedia que ya suma 615 muertos.

El contingente de ayuda argentina permanecía en la mañana del sábado en el aeropuerto de Pisco, ubicado a una hora de viaje de la ciudad, que según dijo a Télam el ministro de Defensa peruano, Alan Warner, "resultó destruida en un 90 por ciento, ya que la mayoría de las casas eran de adobe".

La ayuda consistente en carpas, frazadas, botiquines y colchonetas enviados por la Cancillería y los ministerios de Salud y Desarrollo social, fue ubicada anoche en uno de los hangares de la estación, cercada por militares que vigilan el lugar para evitar robos.

En la noche del viernes (las 22.15 en Perú, las 0.15 del sábado en Argentina), el avión Hércules de la Fuerza Aérea que había partido de Buenos Aires más de siete horas antes, fue recibido por una delegación encabezada por Warner, quien informó que "las cifras oficiales son 535 muertos y 900 heridos".

"Ayer (por el viernes) fueron trasladados 400 heridos a centros de salud de Lima y en Pisco se trabaja en la remoción de escombros", explicó Warner.

Durante la mañana del sábado, a la preocupación por conseguir agua, comida y abrigo que manifestaban desde el viernes los afectados por el temblor, se sumaba el temor por los saqueos, que desde el viernes se instalaron en las zonas más castigadas.

Anoche, el vicepresidente regional de Ica, Alonso Navarro Cabanillas, pidió al gobierno central que envíen a las Fuerzas Armadas y más policías al lugar.

El funcionario de Ica –junto a Pisco y Chincha, las áreas más afectadas– indicó al diario El Comercio que "en las últimas horas la situación se ha vuelto incontrolable" a pesar de los esfuerzos de los efectivos policiales en la zona.

Pisco espera en las próximas horas la llegada de aviones con ayuda desde México, Bolivia, Chile, Francia y España, mientras que Colombia despachará un barco con agua potable, un elemento que desde hace días escasea en la zona.

Un informe de Naciones Unidas conocido el viernes, indica que 170.000 casas fueron destruidas en las tres provincias, aunque el Ministro de Defensa indicó a Télam que no tienen cifras oficiales en ese rubro.