El procurador adjunto de la ciudad de Buenos Aires, Carlos Guaia, renunció hoy a su cargo por discrepancias con el gobierno de la ciudad sobre la posibilidad de permitir el matrimonio entre homosexuales en la capital argentina.

Guaia renunció por las diferencias que mantenía con el jefe del Gobierno porteño, Mauricio Macri, sobre el fallo judicial que abre la puerta al matrimonio entre personas del mismo sexo.

El funcionario había recomendado al gobierno porteño que apelara el fallo de la jueza porteña Gabriela Seijas, que permitía el matrimonio entre homosexuales y que, posteriormente, fue anulado por una jueza nacional, lo que impidió el casamiento.

El pasado 1º de diciembre, y en medio de una compleja controversia judicial, Alex Freyre y José María Di Bello acudieron al registro civil de la ciudad para contraer matrimonio, pero no pudieron hacerlo por la decisión del gobierno porteño de saldar la polémica legal acudiendo a la Suprema Corte de Justicia, que todavía no se ha pronunciado.

La pareja, que esperaba convertirse en el primer matrimonio homosexual de América latina, ha pedido a la presidenta argentina, Cristina Fernández, que impulse una ley que permita las bodas entre homosexuales en todo el país.