La precariedad con que se trabaja en algunos hospitales tiene su colmo en el Eva Perón de Granadero Baigorria. Desde este lunes, cuando un paciente ingresó con un presunto cuadro de tuberculosis a pesar de que el centro de salud no cuenta con una sala con el sistema de aislamiento requerido, todos deben andar con barbijos para reducir el peligro de contagio.
Según confirmó el jefe de Guardia del hospital, Héctor Hoet, el paciente es una persona que se encontraba detenida en una comisaría y fue traslada allí el lunes. A pesar de que en un principio el personal se negó a atenderlo por la imposibilidad material de hacerlo, por orden del director del nosocomio quedó internado en una sala individual de la guardia, pero cuyos conductos de aire están conectados con el resto de las habitaciones.
“Esto no es nuevo, desde 1985 que tenemos este problema”, aseguró Hoet, quien explicó que si bien recibieron al paciente porque no pueden negarse a atenderlo decidieron desde la guardia –aconsejados por un asesor legal– informar a todas las personas que ingresan al lugar de la peligrosa situación, además de exigir barbijos para todo el personal y los pacientes.
Sin embargo, dijo Hoet al programa de Radio 2 De tarde en tarde, los barbijos “bloquean bastante pero no el cien por ciento de las partículas” y señaló que se diseñó un “arreglo a lo argentina” que consiste en abrir unas ventanas y cerrar otras para que el aire circule hacia afuera de la habitación donde se encuentra el paciente que se presume tuberculoso.
El caso no es nuevo y por eso entre el personal del Eva Perón existe una situación de hartazgo. De hecho, además de tuberculosis, el centro de salud recibe pacientes con baricela y otras infecciones contagiosas sin estar preparado que ponen en riesgo a médicos y pacientes en general.
“Hace más de 20 años que estoy acá y no hay soluciones al respecto a pesar de que nos hemos cansado de hacer presentaciones. El peligro es real”, agregó en diálogo con Rosario3.com el jefe de Guardia.