La cárcel más nueva de la zona sur de la provincia, la de Piñero, tuvo su primer muerto este fin de semana, cuando un interno de 29 años falleció tras recibir un chuzazo de otro en el interior de uno de los penales.

No, el moderno sistema de seguridad –que incluye cámaras que filman en todo momento– de esta cárcel que empezó a recibir reclusos en marzo no alcanzó para evitar el crimen.

El convicto murió cuando era trasladado desde la nueva cárcel de Piñero al Hospital de Emergencia Clemente Alvarez (Heca), de Rosario.

El preso asesinado fue identificado como Sergio Ramón Spinetti, quien aguardaba ser condenado por el Juzgado de Sentencia 1 de los tribunales provinciales de Rosario.

En el penal de Piñero, distante a 15 kilómetros al sur de Rosario –cuya construcción continúa–, se hallan alojados
actualmente unos 140 reclusos, en modernas celdas que cuentan con conductos de ventilación, en uno de los cuales personal del Servicio Penitenciario halló oculta una chuza ensangrentada de 25 centímetros largo, además de una empuñadura hecha de palo de escoba.

"Todavía no se ha dado a conocer públicamente la identidad del agresor, pero seguramente ya estará identificado, pues el conducto de ventilación donde se halló la chuza se halla entre dos celdas, uno de cuyos ocupantes tiene que haberla ocultado", explicó una fuente policial.