Con el diseño como protagonista y enmarcado en uno de los paisajes más hermosos de la ciudad, finalmente la semana que viene el Puerto Norte Hotel (PNH) abrirá sus puertas con habitaciones que cuestan desde 145 dólares la noche. Rosario3.com recorrió cada rincón.

El proyecto de Transatlántica Hotel Management (THM), nueva unidad de negocios del rosarino grupo Tránsatlantica ya conocido por su emblemática agencia de turismo y casa de cambio, demoró cuatro años y requirió una inversión de alrededor de 120 millones de pesos.

Las encargadas de convertir los viejos silos en el exclusivo hotel que es hoy, son tres mujeres.

Gabriela Iglesias, María Eugenia Díaz y Natalia Cordaro son las arquitectas del estudio internacional Giad –con sede en Londres, Uruguay y Buenos Aires– que le pusieron luz y estilo a los antiguos almacenes de granos.

“El mayor obstáculo fue comunicar los siete silos, abrirlos al paso”, señaló Díaz que se sumó al proyecto poco después que Iglesias y Cordaro. Las tres pensaron, no sin algún dolor de cabeza, desde dónde hacer pasar las vigas, hasta el diseño de los almohadones de la última habitación.

Cada uno de los 80 dormitorios, aunque similar, es diferente. Las vedettes son las suites de las esquinas que tienen una vista al río insuperable. Los baños, también todos ellos distintos pero iguales, se llevan un aplauso cerrado. Con líneas simples y limpias, cada ambiente resulta cálido y acogedor.

Sin embargo, par. Cordaro, su lugar favorito es la terraza. En el último piso hay un solárium con pileta donde la mirada se pierde en las islas y más allá. Allí también funciona una segunda pileta cubierta y climatizada, el gimnasio y el spa. Un piso más abajo están el restaurante y desayunador y dos amplios salones de conferencia con capacidad para 100 personas.

 “Creo que Puerto Norte Hotel aporta una propuesta que estaba faltando en la oferta hotelera de la ciudad, donde el diseño es el protagonista en cada uno de los lugares donde los huéspedes elijen estar”, señaló, por su parte, Alejo Castellanos, director de THM.

La diferencia está en el detalle

Desde las cartas de presentación hasta los aromas de los jabones, todo está pensado para que el huésped –cualquier huésped– se sienta cómodo. Es así que tres habitaciones del primer piso fueron especialmente creadas para personas con capacidades motrices reducidas. “Otros hoteles adaptan las habitaciones que ya tienen, acá las pensamos desde cero”, advirtió Cordaro.

“La diferencia está en el detalle”, agregó Gustavo Grande, gerente general del PNH. Oriundo de Buenos Aires y con una larga trayectoria en la administración hotelera, después de un paso por Bariloche, grande se puso ahora detrás del complejo engranaje de mucamas, mozos, camareras y recepcionistas que forman parte de los casi 80 empleados del Puerto Norte Hotel.

Únicamente la oferta gastronómica está tercerizada a los hermanos Marshall que se encargan de ofrecer distintos platos en tres espacios que ofrece el PNH. En planta baja Amber Bar, original ambiente dentro de los antiguos silos; y más arriba, a 42 metros de altura, Fausta Cocina, restaurante de autor. El bar sobre el deck del solárium completa la oferta con cocktelería y bocadillos.

Transatlántica ingresó al negocio hotelero en 2009 con la construcción de Costa Ushuaia, un hotel del segmento turístico sobre el Canal del Beagle, PNH significa el primer establecimiento operado por THM, la flamante empresa que abarca desde el análisis de la inversión, la compra o construcción de hoteles hasta su administración y comercialización.