Aunque hace tiempo que el tema viene dando vueltas, todavía no parece haber solución en el horizonte. Un grupo de vecinos de barrios cercanos al autódromo se reunieron este martes a la mañana con concejales para reclamar la insonorización de las instalaciones. Pero en el Concejo las opiniones están divididas: el oficialismo quiere limitar los horarios mientras que el Frente para la Victoria propone suspender las actividades hasta que se hagan las obras necesarias.

Vecinos procedentes de los barrios Hostal del Sol, Country del Lago, Country Tenis, Aldea, Fisherton, 7 de Septiembre y San Eduardo se reunieron con los integrantes de la comisión de gobierno del Concejo Municipal. El objetivo es encontrar una solución al problema de contaminación sonora que genera el autódromo municipal Juan Manuel Fangio, ubicado en la zona oeste de la ciudad.

Para los vecinos –alrededor de 30 personas que se hicieron presentes este mediodía en el Concejo– “es imposible vivir en esas condiciones”. Por eso, en ese encuentro se discutieron métodos de aislamiento de las instalaciones y se evaluaron los costos de cada uno, pero todos coincidieron en que la solución al problema no puede aplazarse más.

“Desde 1990 empezamos a escuchar promesas varias acerca del tema”, aseguró el concejal Osvaldo Miatello, vicepresidente de la comisión de gobierno y autor de un proyecto que propone la suspensión de las actividades en el autódromo, tanto prácticas como carreras, hasta que se ejecuten las obras quehacer falta para evitar ruidos molestos. Esas promesas nunca se cumplieron. Actualmente, los vecinos soportan prácticas que se extienden hasta entrada la madrugada y picadas a cualquier hora y en cualquier día de la semana.

Entre las estrategias para insonorizar el lugar se pensó en taludes de tierra (hipótesis cuestionada porque pueden causar inundaciones), también en una barrera de árboles que contengan los ruidos y hasta se reflotó una iniciativa del ex concejal Oscar Larrauri que propiciaba que las empresas dueñas de los vehículos se hicieran cargo de la colocación de silenciadores en cada uno de los autos, para no generar mayores gastos a la comunidad.

También participaron de la reunión, representantes de la comisión de Ecología, integrantes de la Red de Ciudadanos en Defensa del Bosque de los Constituyentes y referentes de organizaciones ligadas al automovilismo. En todos los casos y a pesar de tener distintos intereses a la hora de debatir, “nadie objetó la existencia del autódromo", dijo Miatello. "La gente quiere que se lo habilite como corresponde, pero ninguno habló de cerrrarlo”, concluyó.