Abrazada por su familia, sus amigos y sus compañeros de militancia y del periodismo, Stella Hernández, ex detenida en el Servicio de Información (SI) de la Policía de Rosario durante la última dictadura cívico-militar, declaró este miércoles en la causa Feced III y pidió que las violaciones y abusos ocurridos en los centros clandestinos de detención, y que ella misma sufrió, sean considerados delitos de lesa humanidad.

Antes de ingresar a declarar al juicio, Hernández agradeció “el aguante”, dijo que todos estaban “haciendo fuerza para que haya justicia y para que los delitos sexuales sean considerados de lesa humanidad, porque eso son”.

"Esta es mi tercera declaración en un juicio oral que es Feced III. Es bastante duro pero hay que hacer el esfuerzo por todas las compañeras que no están y por los que no pueden hacerlo", dijo la secretaria de Organización del Sindicato de Prensa de Rosario (SPR) e integrante de la CTA de los Trabajadores.

Junto a las abogadas querellantes Gabriela Durruty y Jesica Pellegrini, Hernández -secuestrada en enero de 1977 con 19 años- volvió a poner en palabras los tormentos recibidos durante su cautiverio en el ex SI, en la esquina de Dorrego y San Lorenzo (hoy Sitio de Memoria); ella y sus compañeras.

Como lo hizo en diciembre de 2010 (por Feced I o Díaz Bessone), volvió a acusar por violación al represor Mario "El Cura" Marcote, aunque señaló que los abusos eran parte de las torturas contras las mujeres detenidas.

Por eso, trazó un puente entre esa característica del terrorismo de Estado con el presente y reclamó que “se termine este maldito patriarcado en cualquiera de sus órdenes; por eso llevo esto puesto", dijo y se señaló su pañuelo verde en la muñeca izquierda.

Desde el SPR, que movilizó junto a otros sindicatos este miércoles en los Tribunales Federales,  expresaron: “Las violencias sexuales contra las víctimas de la feroz dictadura cívico militar que comenzó el 24 de marzo de 1976 tuvo como blanco a muchas mujeres y otras personas por razones de género. Sus lacayos hicieron uso de su situación de poder para multiplicar el sufrimiento con la intención del sometimiento total de las víctimas”.