Cerca de las 5.30, en Catamarca y Moreno, tuvo que detener la marcha. El dispositivo municipal de control de alcoholemia lo paró y no le gustó nada. Este hombre, de 44 años, no tenía intenciones de colaborar con los controles y así lo manifestó. De acuerdo a fuentes policiales, incluso demoró la prueba, que finalmente lograron realizarse.

Las excusas pronto fueron entendidas. Es que el conductor había tomado más de lo permitido. De hecho, el control arrojó la medición de 0,104, el doble de lo mínimo imputable. Ante el resultado, el hombre se tornó violento y resistió el traslado de su vehículo al corralón municipal con insultos y patadas.

Finalmente, fue detenido y traslado a la comisaría 3ª, donde este viernes a la mañana espera aún poder ver la luz del sol.