Jacob Cockle era un fotógrafo, de 28 años, aficionado a los remolinos acuáticos. El su blog, había posteado sus numerosas hazañas distintas regiones. Pero, su suerte cambió cuando quiso capturar el fenómeno en el estuario de Hayle, en Cornwall.
Al parecer, el joven se acercó demasiado al torbellino y éste se lo tragó. El cuerpo de Cockle fue hallado a orillas del espejo de agua.
Una semana antes, Jacob había publicado un video en su cuenta de YouTube, donde daba cuenta de que uno de los remolinos casi lo había matado.
Los guardacostas los trasladaron al hospital una vez que lo encontraron, pero falleció por lesiones masivas, revela el Daily Mail.


