El presidente del directorio del Banco Municipal de Rosario, Eduardo Ripari, se refirió al nuevo ataque delictivo a una sucursal de la entidad crediticia local –el quinto en lo que va del año– y aseguró que a pesar del refuerzo en las medidas de seguridad “están pasando hechos que superan lo razonable”.

Tras el robo a la sucursal de Eva Perón y Tarragona ocurrida este lunes, Ripari dijo al programa Telenoche (El Tres), que “es algo absolutamente inesperado lo que está pasando con la reiteración de estos hechos delictivos”.

En lo que va del año hubo cinco episodios policiales en distintas entidades del Banco Municipal. El último golpe había sido en Juan José Paso al 5700 (barrio Emplame Graneros), donde un grupo de delincuentes irrumpió armado y se llevó 1,8 millones de pesos. Además, el asalto del 14 de abril en la sede del Distrito Centro –sustrajeron 520 mil pesos–, la explosión del 23 de marzo en un cajero automático de Eva Perón y Tarragona, y el cajero violentado a mazazos en Villa Hortensia el 8 de enero último.

El presidente del directorio aseguró que “a medida que fueron pasando los acontencimientos” se han ampliando las medidas de seguridad. “Hemos tomado todas las medidas aconsejables en estas circunstancias, mucho mas de las exigencias que hay”, dijo Ripari y añadió que la entidad tiene inspecciones especializadas sobre seguridad periódicamente.

“Lo que pasa es que aca están pasando hechos que superan los razonable. En el hecho de este lunes entraron seis personas con mazas rompiendo puertas y todo lo que encontraban delante suyo. Estaban armados, iban en tres autos. Estamos hablando de acciones con características poco habituales”, expresó el presidente del banco.

Luego añadió que el Municipal es víctima “de hechos delictivos de magnitud importantes” que son organizados y planificados. “Vamos a seguir tomando todas las medidas necesarias”, aseguró Ripari.

El grupo de hombres armados que asaltó este lunes el Banco Municipal ubicado en Eva Perón y Tarragona se llevó aproximadamente 300 mil pesos.

En marzo de este año se registró una explosión en un cajero automático del mismo lugar aunque no se constató faltante de dinero.

Este lunes a las 10.15, los delincuentes actuaron a cara descubierta, redujeron a un guardia, le sacaron el arma y sustrajeron 300 mil pesos.

En el lugar, los delincuentes dejaron cruzado en la calle un Chevrolet Astra bordo – que era robado – para evitar que los patrulleros que acudieran al lugar los persiguieran, y se fueron a bordo de una Volkswagen Suran.