Y en el medio de la tragedia, la rosca. Sí, mientras decenas de miles de habitantes del cordón oeste de la ciudad de Santa Fe, unos pocos seguramente dedicarán las próximas horas en los hoteles del centro de la ciudad capital para terminar de cerrar los acuerdos para la integración de las listas que competirán en las internas abiertas de julio. Es que los pedidos para que se postergara la fecha de presentación de candidatos, formulados por el Frente Progresista y el sector de Agustín Rossi, fueron desoídos y entonces esta medianoche vence el plazo.

Se sabe que los cierres de nóminas no suelen ser tranquilos. Son muchos los dirigentes que pugnan por quedar en un lugar expectante en las listas sábana con la ilusión de ocupar durante cuatro años alguna banca, ya sea en la Legislatura provincial o en un Concejo local, pero hay espacio para pocos.

Por eso, las negociaciones suelen ser complicadas, con pugnas hasta último momento, a veces –más con el sistema anterior, de ley de lemas– hasta bien pasada la hora fijada como plazo.

¿Por qué no se aceptaron los pedidos de postergación? Desde el obeidismo se fundamentó que “es sólo una cuestión administrativa de los partidos”.

El oficialismo provincia, está claro, trabaja para Rafael Bielsa, el candidato que, justamente por la influencia del obeidismo, más rápido armó lo que él llama “dream team”. La posibilidad de explotar alguna dificultad en el armado que pueda tener Agustín Rossi acaso también haya influido en la decisión.

También en el Frente Progresista persistían algunas indefiniciones, sobre todo ante la posibilidad de que no se cerrara el consenso para la lista de concejales en Rosario, cuestión que, en caso de no cerrarse un acuerdo, se dirimiría en internas abiertas.