Sandra Bullock, la ex novia de América es hoy, a sus 45 años, una mujer casada que no ha perdido el encanto ni la sonrisa que la hicieran famosa, y que admite, en una entrevista con Efe, no ser "tan excitante" como resulta en las películas que protagoniza.

La actriz recogió el testigo de Julia Roberts y Meg Ryan, damas de la comedia romántica estadounidense, gracias a títulos como Mientras dormías (1995) o Fuerzas de la naturaleza (1999), en donde desplegaba una dulzura y naturalidad que la convertían en la "vecina de al lado".

Han pasado 14 años desde que Máxima velocidad (1994), donde sufría junto a Keanu Reeves, la lanzase al estrellato, y en ese tiempo afirma haber aprendido a valorar, sobre todo, la lealtad y la bondad de quienes la rodean. De esa gente con la que iría "hasta el fin del mundo".

Feliz con su marido Jesse James, a pesar de que estos días viven una batalla legal por la custodia de la hija de éste, Bullock, se atreve a describirse a sí misma: "Soy una hipócrita, siempre estoy cambiando de opinión".

"Pero no soy nada ambiciosa. Trabajo muy duro, como una mula de carga. Y soy muy leal con quienes lo son conmigo. La verdad es que me despierto y estoy feliz, pero te aseguro que no soy tan excitante como aparezco en las películas", dijo sincera.

Su próximo estreno, The Blind Side, que llega el día 20 a EE.UU., narra la historia de Michael Oher, un joven que pasó de la pobreza extrema a convertirse en una estrella de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) tras ser adoptado por Sean y Leigh Anne Tuohy, la mujer a la que recrea Bullock en pantalla.

"Es un personaje totalmente diferente a lo que he hecho hasta ahora", manifestó la intérprete, a la que le costó casi un año dar el sí al papel. Bullock, que luce una melena rubia oxigenada en el filme, pensaba que no sería capaz de "hacer justicia" a la persona real y tenía miedo de "dañar" una historia "preciosa".

Pero finalmente se decidió. "Es duro recrear a alguien real y que está vivo. Estaba asustada, pero quería contar una historia que rindiese tributo a Leigh Anne. ¡Y ella se pasó mirándome todo el rodaje! No fue cómodo, pero me alegro de que estuviera porque me apoyó y me ayudó a hacer y decir las cosas como si fuera ella", declaró la actriz.

Con este título serán tres las películas que Bullock ha estrenado este año (junto a las comedias The Proposal, uno de los grandes éxitos del año en EE.UU., y All About Steve), pero según confiesa, ahora es momento de desconectar y no volverá a trabajar en un tiempo.

"Ahora me retiraré tranquilamente con mi familia. No quiero rodar más. Y eso que es un gran momento para mí. Me llegan muchos guiones. Pero he aprendido a decir que no. Si el año que viene sale algo genial, lo aceptaré, pero no voy a trabajar porque sí", declaró.

Bullock sabe que es una privilegiada. Alberga una posición respetada en Hollywood, donde llegó a cobrar 15 millones de dólares por Murder By Numbers (2002). Es alguien que vive su propio sueño y espera seguir haciéndolo.

"Tengo el privilegio de vivir mi vida en un lugar que me permite disfrutarla tal y como quiero", explicó la actriz, candidata dos veces al premio Globo de Oro, por Miss Simpatía (2000).

"Soy una afortunada. Puedo despertarme y elegir por mí misma, sin que nadie me diga lo que tengo que hacer. Eso es gracias a todas las mujeres que vinieron antes de mí y que lo hicieron posible, así que me alegro de vivir en este tiempo y en este lugar, porque me habrían disparado si alguien me ordenase qué hacer en todo momento", indicó.

Al futuro, Bullock, que no esconde su alma de comediante, le pide una oportunidad para hacer "stand-up comedy", monólogos sobre un escenario repletos de humor e ironía.

"Quiero sentir el cariño directo de la gente. En el cine el éxito sólo se mide por los premios y los ingresos de una película; así no se conoce la reacción del público. Quiero ser selectiva y preocuparme por todo lo que digo y hago", comentó.

Y mientras se despide y se dirige rauda a comer, no puede evitar hablar de España. "Allí pasé la noche más genial y espectacular de mi vida. De hecho, en España se respira vida. Qué país más extraordinario", concluyó.

Fuente: EFE