Tiene 16 años y, como muchas chicas de su edad, se quiso colocar un piercing. Eligió la lengua como el lugar de su cuerpo a perforar y poner un aro, y ahora no puede hablar. El hecho ocurrió el último sábado cuando F.R, una adolescente de 16 años, concurrió acompañada de una amiga a un local ubicado en el subsuelo de una galería de Calle Córdoba al 1100 donde se realizan tatuajes y piercing, según informó la policía.

 

La intervención fue realizada sin solicitar el Documento Nacional de Identidad y debió pagar por eso 200 pesos.

 

Antes de retirarse del local le recetaron un medicamento para que no se le inflamara la zona perforada. Sin embargo, la chica de 16 años tiene serias dificultades para hablar después de la colocación del arito.

 

Por ese motivo, acompañada de su padre, la adolescente, que vive en Empalme Graneros, se presentó en la seccional que corresponde a su jurisdicción para radicar la denuncia.

 

En declaraciones a Radio 2, Carlos Rodriguez, padre de la menor señaló que "decidió denunciar el hecho temiendo por la salud de su hija y además porque la perforación se realizó sin la autorización de sus padres". "Aunque hace un tiempo mi hija comentó que su deseo era colocarse un aro, le expliqué que no era mi estilo, que no estoy de acuerdo con esas cosas y también que me daban miedo los riesgos que se corren en cuanto a infecciones y enfermedades a través de ese tipo de intervenciones", explicó Rodriguez.

 

El hecho salió a la luz justo una semana después que en la última sesión del Concejo Municipal, el cuerpo deliberativo decidió regular la actividad de los locales que ofrecen piercing y tatuajes en un plazo de 180 días, de acuerdo a un proyecto que presentó el concejal Arturo Gandolla (PJ).

 

En el caso de los locales de piercing y tatuajes, a partir de ahora deberán respetar una serie de normas de salubridad y no podrán tener clientes menores de 18 años sin autorización de sus padres. También necesitarán contar con un certificado de capacitación oficial. Si no se cumplen estas reglas, los locales podrán recibir multas que van desde los 300 a los 950 pesos.