Un sanatorio privado de la ciudad de Rosario deberá pagarle casi 2 millones de pesos a la familia de una paciente que se infectó durante una internación y falleció. Según se plantea en el fallo, la muerte se produjo porque se le colocó una inyección "sin las medidas de bioseguridad requeridas".

El portal Tiempo de Justicia detalla que el sanatorio Plaza fue condenado por la muerte de una mujer a causa de una infección originada durante la internación. El centro de salud deberá ahora pagarle a los familiares de la paciente fallecida entre capital e intereses cerca de 1.700.000 pesos.

La mujer en cuestión fue internada en junio de 1992 por un cuadro de hipertensión. Los análisis realizados arrojaron valores normales y ningún signo de infección. A raíz de un fuerte dolor de cabeza le prescribieron una inyección. La enfermera no podía localizar la vena y utilizó reiteradamente la misma aguja y jeringa en ambos brazos.

Tres días después, la paciente fue derivada a terapia intensiva. Nuevos análisis de sangre determinaron que padecía septicemia y luego de estar con asistencia respiratoria fallece.

Las pericias judiciales efectuadas permitieron comprobar que la mujer adquirió la infección en el marco de la internación y fue consecuencia de la colocación de una inyección “sin la adopción de las medidas de bioseguridad requeridas por un actuar diligente”. El Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual Nº 2 plantea en la resolución que “la venoclisis rehecha reconoce aptitud causal adecuada para producir la infección”.

Los jueces Juan José Bentolila, Viviana Cingolani y Delfina Domínguez sostienen que “es exigible a los médicos la utilización de todos los medios adecuados para llegar al diagnóstico, debiendo agotarse ante la duda las prácticas y exámenes a tal fin”.