Otro bunker de drogas demolido, el segundo en una semana. Esta jueves, la Municipalidad y la Policía de Santa Fe tiraron abajo, con una topadora, un puesto que funcionaba como kiosco de venta de estupefacientes en la zona oeste de Rosario y que había sido allanado la noche anterior.

El procedimiento tuvo lugar desde el mediodía en un domicilio de Perú al 3700, donde se había secuestrado una importante cantidad de marihuana y también cocaína, y se detuvo a un hombre mayor de edad.

El subcomisario Oscar Romero, en representación de la ex Drogas Peligrosas, y el subsecretario de de Prevención y Seguridad Ciudadana municipal, Luis Baita, encabezaron el operativo e informaron que “se tomó la decisión política de la destrucción del lugar” luego de desbaratar el bunker, intervención originada tras un llamado anónimo de vecinos del lugar.

De la demolición participaron otros cuerpos policiales como Infantería y el Comando Radioeléctrico, y organismos estatales como la Guardia urbana y Defensa Civil, que comandó la máquina que tiró abajo la construcción.

El viernes pasado, en una acción similar, se destruyó un inmueble que funcionaba como cocina en Ayacucho al 3800, donde también se habían encontrado estupefacientes previamente.

El allanamiento

En la noche del miércoles, personal de la Brigada de Drogas Nº II, con asiento en Rosario, detuvo a un hombre “con importante cantidad de marihuana y cierta cantidad de cocaína”, señalaron fuentes policiales.

Apoyados por el Comando, los agentes antinarcóticos ingresaron a una vivienda de calle Perú al 3700 y detuvieron a un joven de 21 años que momentos antes habría sido cometido un ilícito.

A su vez, hallaron varios envoltorios de nylon que contenían marihuana (más de 100 gramos en total) y cocaína (once gramos), “con lo que se podrían haber armado más de 340 porros y más de 30 dosis de estas sustancias, respectivamente”. También se incautó un teléfono celular, dinero en efectivo y anotaciones varias.