La ONU reunirá el próximo martes en Nueva York a los principales líderes mundiales para alcanzar un nuevo consenso global en materia de cambio climático, que permita enderezar las negociaciones que a final de año deben culminar en un nuevo acuerdo de reducción de emisiones contaminantes.

Más de un centenar de jefes de Estado y Gobierno han respondido a la convocatoria del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien ha convertido la lucha contra el calentamiento del planeta en la principal prioridad de su mandato al frente del organismo.

El máximo responsable de la ONU apuesta a que la reunión en un mismo foro de los principales líderes mundiales logrará conjurar la voluntad política necesaria para impulsar la firma de un acuerdo en diciembre, en la conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático en Copenhague.

"No me siento pesimista, ni optimista. Como secretario general hago lo que puedo para que Copenhague sea un éxito... Por ello hemos convocado esta cumbre del 22 de septiembre", explicó Ban esta semana en una conferencia de prensa.

La ONU insiste en que este encuentro no es un foro de negociación, sino una oportunidad para darle un impulso político definitivo a los negociadores que deben "sellar el acuerdo" en la capital danesa.

A cerca de tres meses de esa cita, las profundas diferencias entre las principales economías del mundo desarrollado y en desarrollo han reducido las posibilidades de lograr un sustituto al Protocolo de Kioto, que vence en 2012.

Estados Unidos se niega a firmar un compromiso si economías emergentes, como China o India, que pronto superarán a Occidente en la cantidad de emisiones absolutas, no acceden a recortes específicos.

La Cámara de Representantes estadounidense aprobó recientemente imponer por primera vez límites a las emisiones industriales, pero el Senado es, hasta el momento, reticente a secundarlo.

Por su parte, Pekín y Nueva Delhi consideran injusto poner en peligro su crecimiento económico para solucionar un problema causado en primer lugar por la contaminación de los países más industrializados.

Hablar y escuchar

Fuentes de la ONU señalaron que el objetivo de la cumbre del martes es que los líderes presentes se vean en la tesitura de comprometerse personalmente a superar las diferencias que han trabado las negociaciones.

"Esperamos que los países más reticentes no sólo pronuncien discursos, sino que se cree un consenso sobre cómo superar los principales obstáculos", agregaron esas mismas fuentes.

El secretario general de la ONU será el encargado de abrir la cumbre en el pleno de la Asamblea General, en el que intervendrán algunos de los líderes mundiales presentes.

Posteriormente los asistentes participarán en distintas mesas redondas centradas en aspectos particulares de la lucha contra el cambio climático.

Los líderes también tendrán la oportunidad de encontrarse en el almuerzo que Ban les ofrecerá y al que también asistirán un centenar de directivos de grandes empresas, además de representantes de ONG.

Compensaciones

Uno de los asuntos más espinosos sobre la mesa es la propuesta de que los países más ricos paguen compensaciones a los más pobres para ayudarles a desarrollar energías "limpias", además de la adaptación a los efectos negativos del calentamiento global.

La ONU calcula que las compensaciones deberían de ser de entre 500.000 y 600.000 millones de dólares anuales durante una década para que los países en desarrollo puedan abandonar el petróleo y el carbón en favor de las energías renovables.

El Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) de la ONU ha advertido que si no se reducen las emisiones responsables del efecto invernadero, la temperatura media del planeta aumentará en unos 4 grados centígrados para 2100, lo que tendría consecuencias catastróficas para la vida en la Tierra.

Fuente: EFE