El titular del bloque de diputados nacionales del kirchnerismo, Agustín Rossi, dijo que no va a haber cambios bruscos en la política cambiaria del gobierno y que, por el contrario, la idea es resistir ante la presión devaluatoria. En ese sentido, fue gráfico: “Si mañana el dólar pasa a seis pesos todos los que nos manejamos en pesos seríamos un 30 por ciento más pobres”.

“Vamos a seguir con la flotación administrada para ser competitivos en el exterior y no descuidar el mercado interno”, dijo Rossi, en diálogo con el programa De 12 a 14, de El Tres, al ser consultado sobre la política cambiaria del gobierno.

El legislador remarcó que una devaluación sería perjudicial para la Argentina y en ese sentido instó a recordar lo que pasó en 2001, y “el nivel de pobreza en que cayó la sociedad”.

“Si mañana el dólar pasa de 4,4 pesos a 6 todos los que estamos en pesos seríamos un 30 por ciento más pobres”, dijo y remarcó que caerían el valor de “nuestro salario, nuestra casa, nuestro auto” por un a “transferencia de los sectores de ingresos fijos hacia los sectores más concentrados de la economía”. “El gobierno está evitando esta situación”, enfatizó.

El diputado sostuvo que hay que romper una lógica histórica según la cual tras años de crecimiento, una devaluación tira por la borda ese crecimiento.

Además, adhirió a la necesidad de romper una cultura de manejarse y ahorrar en dólares y en ese sentido instó a mirar lo que pasa en el mundo. Puso como ejemplo que Japón y China empezaron a negociar entre ellos prescindiendo del dólar. “Es un dato a tener en cuenta; son la segunda y la tercera economías mundiales”, remarcó.

Y pidió evaluar la economía argentina también en el marco internacional, donde mientras el promedio de crecimiento mundial es casi cero, Argentina lo hizo en el primer semestre del año a un 4,8 por ciento.

“Cuando hablamos de pesificación es un concepto general: Argentina tiene una economía suficiente importante como para estar menos dolarizada”, dijo y comparó que mientras en Argentina hay 1.600 dólares por persona, en Brasil ese promedio baja a 20.

Y dijo un ejemplo claro: “Cuando un inversor decide hacer un edificio, los insumos y la mano de obra los paga en pesos. Cuando vende lo hace en dólares, pero después los pasa a pesos para seguir construyendo. ¿Qué sentido tiene?”, se preguntó.

Cacerolazos y reforma tributaria

Rossi también habló de los cacerolazos de fines de la semana pasada en Buenos Aires, y si bien dejó en claro que “cualquier argentino tiene derecho a mostrar su disgusto”, se mostró preocupado por “las situaciones de violencia que se vivieron”, como la agresión a un camarógrafo del programa 6,7,8.

“No queremos volver a una sociedad crispada. El que quiera que se manifieste, pero con respeto, sin agredir a otro”, afirmó.

Además, dijo que el revalúo fiscal de las tierras en provincia de Buenos Aires no es motivo para un paro nacional agropecuario, y consideró razonable y equitativo” que se actualicen valores que estaban notoriamente retrasados.
Para Rossi, “en medio de todo esto, hay algunos que quieren volver a la fotografía de 2008”, cuando fueron los piquetes agropecuarios por la resolución 125, y advirtió: “Ese escenario no le sirvió a absolutamente nadie”.

Sobre la reforma tributaria en Santa Fe, dejó en claro que el justicialismo va a esperar que haya una “mirada única” en el oficialismo, a raíz de los cortocircuitos entre socialistas y radicales, cuyos senadores se resisten a votar el proyecto enviado por el gobernador Antonio Bonfatti a la Legislatura.