Muchas veces el hecho de comprar un auto –y soportar la espera– puede resultar una experiencia tediosa. Ante esta realidad, una compañía estadounidense llamada Caravana desarrolló una salida creativa: emular a las máquinas expendedoras de peluches, golosinas, etc; conocidas en la lengua de Shakespeare como “vending machines”. 

Según informa The Verge, la firma de Nashville registra tanto la compra como el pedido del automóvil online. Después, hay que elegir si se lo retira en una central o se lo recibe por entrega.

En caso de optar por la segunda variable, te dan una moneda de dimensiones que hay que ingresar a una “expendedora” de autos. Y la máquina lo deja a tus pies, tal como ocurre con las citadas “vending machines”.

Ernie Garcia, CEO de Carvana, explicó al portal de tecnología que la compañía desarrolló esta posibilidad tras notar que la opción de retiro era una de las más elegidas.