El pibe Héctor Damián Steinert, formado futbolísticamente en Newell’s tras el arribo desde su Paraná natal, se fue del estadio del parque de la Independencia el último domingo 16 de septiembre, en medio de un coro de insultos que se le clavaban como cuchillos en su cuerpo. El Loco había jugado su peor partido en la primera de la Lepra, sin poder hacer pié en el mojado césped durante todo el partido ante Central, justo el día para el cual se había preparado en las semanas anteriores, acelerando el proceso de recuperación de una de sus habituales lesiones para estar sí o sí.

Steinert arrancó el ciclo de Ricardo Caruso Lombardi como entrenador rojinegro con el pié derecho. No sólo participando del equipo titular ante Boca e Independiente, sino también convertido en actor principal en ambas victorias, con gol incluido ante el Rojo, el último domingo. “Estoy contento porque pude convertir, pero ustedes bien saben que yo lo que más quiero es poder tener continuidad”, confió el explosivo atacante, perseguido por las lesiones desde su prometedora aparición en primera. Después agregó: “Gracias a Dios, Caruso me está dando esa continuidad que quiero. Ahora tengo que trabajar más en la confianza, tengo que tratar de participar más en el juego del equipo, tener más contacto con la pelota. De a poquito creo que voy a ir logrando todo eso”.

En el devenir de la charla con los medios, Steinert solito se metió en el tema que aun lleva en su interior como una herida sin cicatrizar: su actuación en el clásico y la hostil forma en que lo trató el público leproso. “Quizá me apuré un poco en volver después de la lesión, pero yo quería estar sí o sí en ese partido. Lamentablemente tuve una pálida actuación justo en el clásico, cuando toda la gente esperaba mucho de mi, al igual que el técnico y todos mis compañeros”, contó el Loco. A continuación, brindó más detalles de las tristes horas que vivió después de aquella derrota: “Ese día me fui muy mal, me encerré dos días en mi casa llorando, no podía creer lo que me había pasado. Por eso, el otro día cuando le hice el gol a Independiente me salió un festejo como para descargarme un poco, pero sin ofender a nadie”.

La llegada de Caruso Lombardi a la dirección técnica de Newell’s, resultó ser un rayo de luz en el oscuro laberinto de lesiones y decepciones de Damián Steinert. El Loco también lo considera así: “Caruso es un gran técnico, lo está demostrando. Habla con cada uno de nosotros de la misma forma y eso es muy importante para el grupo y para un jugador, para tener más confianza dentro y fuera de la cancha”.

Todos los entrenadores que han llegado a La Lepra en el último tiempo han descubierto en Steinert un “diamante en bruto”, pero ninguno ha podido “pulirlo” definitivamente para lograr la explosión del delantero entrerriano. El pibe de Paraná es conciente de esta situación: “Yo sé que cada técnico que ha venido, ha hablado muy bien de mi, y en la medida de lo posible he tratado de responder. Lo que pasa es que, si ustedes se ponen a analizar bien, yo no he tenido una continuidad en el fútbol. Jugué tres partidos seguidos y ahora voy por el cuarto, que va a quedar en la historia, je... voy por el récord”, bromeó el Loco en el final.

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Steinert, de a poco, va agarrando ritmo

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El delanteró contó lo mal que lo pasó después del clásico