Según el gobierno nacional, la sustitución de importaciones crecen, a causa de las medidas restrictivas aplicadas en 2011. Sin embargo, a más de un año de entrada en vigencia de la medida, preocupa a empresarios y consumidores la imposibilidad de conseguir algunos insumos y productos terminados; y la dificultad para acceder a bienes que reúnan las mismas condiciones de calidad de aquéllos. A esa tarea se encuentra abocado el Instituto Nacional de Tecnología (Inti).

La aplicación de las licencias no automáticas a las importaciones comenzó a regir el 9 de marzo de 2011 y afecta a unos 500 productos que el Ministerio de Industria considera “de lujo” o que “compiten de manera desleal con la producción local”.

Los artículos amparados por la norma van desde electrónicos (especialmente notebooks, multimedia personal y aire acondicionado) hasta autos de alta gama, hilados y tejidos, vidrio, juguetes y bicicletas, entre otros. Si bien es una protección a la industria nacional, la iniciativa tiene por propósito aumentar también el superávit comercial.

De acuerdo a los datos difundidos por el Ministerio de Industria, “el 38% de las Pymes industriales dejó de utilizar partes importadas en su producción, sustituyéndolas por componentes de origen nacional”; pero no son pocos los que se quejan de no estar en condiciones de fabricar dentro del país esos componentes, para satisfacer la demanda de las industrias.

Ésa es la instancia en la que interviene el Inti para agilizar el proceso de sustitución de importaciones que es gradual y más lento que lo que requiere el mercado.

“Hay industrias que son complejas, como la automotriz, que deben cumplir con varios requisitos para satisfacer a los mercados globales y locales”, explicó a Rosario3.com, el director del Inti Rosario, Walter Aquino, y detalló que se debe cuidar "no sólo la calidad del producto, sino también el manejo ambiental y la calidad de los procesos de fabricación, entre otros rubros. Eso se está dando de a poco, en forma incompleta; es un proceso paulatino que no se completa de un día para otro”.

El Inti admite que existen obstáculos de distinta índole que dificultan el logro de la calidad buscada en los productos nacionales y destaca entre ellos “las cuestiones técnicas, financieras y políticas".

Cómo mejorar el estándar de calidad

El Inti cumple varios roles relacionados con la calidad de los productos nacionales. Contola técnicamente las importaciones no convenientes que impactan en forma negativa en la industria local o en el consumo; evalúa cómo ayudar a la industria argentina para que pueda sustituir bienes importados; hacer de nexo entre la capacidad productiva de la industria y las decisiones políticas y garantizar que se agregue valor a los productos vía innovación.

Sin embargo, hay algunos rubros en los que los productos fabricados en el exterior reúnen las mismas características que en Argentina, mientras que en otros se está muy lejos aún de conseguirlo.

“Hay determinados bienes que se fabrican en el país, como maquinaria agríocola, en los cuales se cumplen los más altos estándares de calidad requeridos”, afirma Aquino, y aclara que “en esto influye la capacidad innovadora de esa industria, su tradición, y la presión que ejerce el consumidor, que es altamente calificado”.

“En el otro extremo –señala– existen bienes de alta tecnología, como los de electrónica, para los que la industria nacional no es hoy un productor calificado. Es aquí donde debe intervenir el Estado con su capacidad regulatoria normativa para exigir estándares de calidad y acompañar a las industrias en ese proceso innovador, luego de 30 años de políticas sistemáticas que borraron los desarrollos incipientes del mapa productivo argentino”, concluyó el funcionario.