Con historias de emociones, unidad y superación de adversidades, este lunes finalizó el XVI “Cruce de los Andres a lomo de mula”, que se llevó a cabo entre el 17 y 28 de enero con la participación de más de 100 expedicionarios de Rosario y otros puntos del país.

Bajo el lema “cuidar y preservar el pasado para sembrar el futuro”, la Asociación Cultural Sanmartiniana "Cuna de la Bandera" rinde todos los años homenaje a los libertadores de América siguiendo los pasos que recorrió el ejército del general general José San Martín hace 196 años.

Fueron once días de más de ocho horas de cabalgatas con 35 grados de calor durante el día y hasta 8º bajo cero por la noche o sobre los 4.500 metros de altura. “El 17 de enero cada uno arrancó desde su provincia hasta Mendoza. Allí nos encontramos. Los primeros dos días fueron bravos por las lluvias. De acuerdo al recorrido, hubo lluvia y nieve y hasta gravilla, que es una mezcla de nieve y granizo”, contó Alejo Moretti , uno de los expedicionarios, en contacto con Rosario3.com.

El cruce cordillerano tiene dos caminos: el Paso de los Patos y el Paso de Uspallata. Entre ellos, surgieron “un esguinzado y una hipotermia en un hombre de 70 años, que creemos que no se alimentó bien. Por la noche, después de haberse medicado, se recuperó al otro día”.

Los contratiempos se reavivaron con “una caída por imprudencia. Uno tenía una campera mal atada, se le voló, la mula se asustó y empezó a correr. El problema es que había un precipicio y uno de los baquianos le gritó al expedicionario que saltara. Lo hizo de palomita y cayó contra las piedras”.

Una fractura por una piedra que se desprendió y más. Pero todo parece organizado allí en lo más profundo de la Cordillera, donde la única comunicación posible es vía satelital. “Íbamos todo el tiempo divididos por patrullas y acompañados por baquianos y médicos”, relató Moretti.

Por las inclemencias del tiempo y aquellos accidentes, la XVI expedición sanmartiniana fue especial, aunque salió adelante a partir del espíritu, convencimiento y solidaridad de los participantes. 

“El grupo se fue uniendo a medida que pasaban los días”, contó Moretti. Y detalló: “Había gente de diversos lugares del país. Además de rosarinos, llegaron desde Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Corrientes y Entre Ríos, entre otros. De ellos, unos 35 completaron la expedición por el Paso de los Patos y unos 75 por Uspallata”.

Según el diario de viaje publicado en la crucedelosandes.com.ar, el sitio de la Asociación Cultural Sanmartiniana, “la columna detuvo su marcha frente al monumento que inmortaliza el pasaje por el lugar del Gral. San Martin y el Brig. Gral. O’Higgins, rumbo a la batalla de victoria de Chacabuco que con su victoria le daría la libertad a Chile. Los expedicionarios se abrazaron con emoción para luego cantar el Himno Nacional Argentino y la marcha de San Lorenzo”.

Un fuerte “¡Viva la patria!” retumbó sobre la cordillera, acompañado por “ojos llenos de lagrimas, de orgullo, de admiración, de respeto y gratitud hacia esos hombres y gratitud hacia esos hombres, que hace 196 años atrás tuvieron el coraje y la valentía, no solo para cruzar los andes, sino que después de tremenda hazaña se batieron en batalla con un solo objetivo de libertad para los pueblos oprimidos”.

El momento cumbre se dio, de acuerdo al propio Moretti, “con el ascenso al Cristo Redentor. Fue con buen clima, mucho frío y mucho viento, como es de esperarse, pero sin inconvenientes”.

Allí, la emoción y las lágrimas reflotaron con la despedida de una expedición especial, que en el cierre volvió a homenajear a la historia de los libertadores de América con un orgulloso “¡Viva la patria!”.