Hacer mucho deporte y tomar agua no es siempre sinónimo de salud. Es que no tener capacidad para controlar la cantidad de agua que se consume, puede llegar a convertirse en un grave problema. Se trata de un trastorno poco conocido, pero no por ello menos peligroso.
La potomanía, nombre con el que se conoce a este trastorno, provoca el deseo frecuente de beber gran cantidad de líquido, de manera compulsiva ; generándose así una agradable sensación de placer, aún no teniendo sed.
Pero, ¿dónde radica exactamente el riesgo de un consumo excesivo de agua? El hecho de beber cantidades exageradas de agua u otros líquidos no suele causar hiperhidratación, siempre que la hipófisis, los riñones y el corazón funcionen con normalidad, ya que el organismo elimina el exceso.
No obstante, y como consecuencia de episodios repetidos y mantenidos de potomanía, se puede alterar el buen funcionamiento de los riñones, la composición de la sangre y el equilibrio de fluidos y electrólitos dentro del organismo.
El exceso de líquidos puede ocasionar que los componentes de la sangre se diluyan y se produzca un desequilibrio en la concentración de electrólitos. Una de las consecuencias de este efecto es la hiponatremia, por la que el organismo concentra una cantidad muy baja de sodio en la sangre. La hiponatremia grave impide el funcionamiento normal del cerebro, los músculos, los órganos y el metabolismo. El resultado puede provocar nauseas, cefaleas, letargia, convulsiones y coma.
Episodios repetidos de potomanía pueden alterar el buen funcionamiento de los riñones. En otro sentido, el consumo excesivo de agua puede ser síntoma de un desequilibrio psiquiátrico, ya que tiene aspectos comunes con otros trastornos del control de los impulsos. En este caso, se trata de un trastorno relativamente desconocido.
Cuando una persona es consciente de que bebe demasiada agua, alrededor de siete o más litros al día, debe acudir al especialista en endocrinología con el fin de descartar cualquier trastorno hormonal u otra patología que afecte al área del hipotálamo, lugar donde se encuentra el centro que regula la sed.
Se han registrado episodios de potomanía en personas que tratan de bajar de peso por medio de un consumo exagerado de agua; de esta forma se pretende "engañar al estómago" al llenarlo con agua en lugar de hacerlo con comida.
Se han dado también casos en atletas de alto rendimiento, quienes consumen muchos más litros de agua de los que su organismo precisa, para evitar una deshidratación. En estas situaciones conviene estar alerta para descartar un trastorno por falta de control a la hora de beber agua.
Equilibrio hídrico
Más de la mitad del peso corporal de una persona es agua. Para conseguir mantener en equilibrio la cantidad de agua que necesita el organismo, una persona sana necesita alrededor de dos litros y medio de agua al día, que obtiene de tres fuentes: por un lado, del líquido que ingiere (unos 1200 ml); también de los alimentos que consume (unos 1000 ml); y por último, hay que tener en cuenta el propio líquido que produce dentro del organismo como consecuencia del metabolismo (unos 350 ml).


