El premier británico Tony Blair no es muy amigo de las nuevas tecnologías. Dicen que desde que llegó a poder, en 1997, jamás tuvo un celular. Bueno, en realidad parece que tuvo un aparato pero nunca lo usó. Por eso los medios británicos celebraron esta semana que el funcionario se animara a comprar su primer teléfono móvil. Y por una buena causa.

El celular fue vendido en el marco de la campaña Red iniciada por el cantante de U2, Bono, contra el sida.  En otras palabras, el premier cedió ante la persuasión del irlandés, quien al parecer es insistente. En este programa solidario se destina un 5 por ciento del costo de cada llamada al Fondo Global contra el sida en Africa. Por supuesto, se espera que el líder laborista haga llamadas internacionales.

Tras adquirir el aparato, en color rojo, Blair llamó desde su casa de Trimdon Colliery (noroeste de Londres) a su amigo Richard Curtis, director de la película Realmente amor (que, precisamente, narra las tribulaciones de un primer ministro), para que le diera pistas sobre cómo usarlo. Parece que lo primero que le sugirió el cineasta fue que introdujera sus contactos en la agenda bajo nombres codificados, por si el móvil cayera en las manos equivocadas.