Marisel Bergeri

Tony Levin es uno de los instrumentistas más destacados del mundo del rock. Músico de cuerdas llevar, reconoce en su haber un piano eléctrico, varios stick y una enorme cantidad de bajos, pero ninguna guitarra. Al frente de los Stick Men, el trío que completan Pat Mastelotto (batería) y Markus Reuter (guitarra), prepara un nuevo desembarco en un escenario rosarino, este viernes a las 22, en Willie Dixon (Suipacha y Güemes). Horas antes del show, el hombre de los tonos graves dialogó con Rosario3.com. Adelantó una presentación con temas propios y clásicos de King Crimson, habló del lugar que ocupa la improvisación en su música y de sus planes a futuro, entre los que se encuentra una gira con el Crimson ProjeKct.

Levin accede a la charla telefónica con gentileza y explica que no tiene problemas en dejar su camarín para evitar las interferencias en la línea. Mientras busca un lugar al aire libre, continúa hablando a través del celular para saber si aún hay alguien del otro lado. Durante el recorrido, se escucha la voz de uno de los asistentes señalando el valor de cada uno de los discos –solistas y del trío– que se pueden comprar en el show.

No es la primera vez que el bajista de Double Fantasy (John Lennon) y casi todos los discos de Peter Gabriel –por citar dos de las más de 400 colaboraciones que firma– visita la ciudad con sus Stick Men. Sin embargo, en cada presentación coexisten tanto la promesa de una variación sobre la destreza ya expuesta y la ansiedad que genera el primer contacto. “Vamos a tocar canciones de King Crimson, sabemos que a la gente le gusta, pero se trata de temas que no hicimos antes. También vamos a hacer temas nuestros, tenemos nuevas canciones. En realidad nos gusta tocar, y disfrutamos volver a los lugares.”

Cuesta encontrar un adjetivo que sintetice su pericia y, pese a ello, asume que aún puede mejorar. “Hay mucho por hacer. De hecho ahora practico más que cuando era joven”, señala quien supo visitar la corte del Rey Carmesí. “Disfruto tocar en bandas, en tríos, al frente o detrás de los cantantes, pero por sobre todas las cosas me gusta tocar buena música”, asegura el músico sobre su paso por diferentes formaciones y estilos.

Su figura genera una atracción particular. Carismático y generoso “golpeando” las cuerdas, encontró una manera particular de contar con los dedos una melodía, a veces respetando los límites de la canción y otros, abriendo los sentidos de la improvisación. Él asegura estar cómodo en ambas aguas: “Estuve en bandas que eran sólo improvisación y creo que es una gran oportunidad para los públicos encontrarse con toda esa música, pero cuando estoy al frente de la banda pienso que algo de improvisación está bien, pero no demasiado.” Por último, explica que no todo puede correrse más allá de los patrones porque “hay canciones que están preparadas para improvisar y otras no.”

Su presente tiene además de los shows argentinos junto a los Stick Men, una serie de presentaciones con el Crimson ProjeKct: Adrian Belew, Pat Mastelotto, Markus Reuter, Julie Slick y Tobias Ralph. Estos dos tríos girarán junto al grupo Dream Theatre por 25 ciudades de los Estados Unidos durante los meses de junio y julio.

Al ser interrogado sobre la posibilidad de extender las presentaciones más allá de las fechas previstas, el bajista explicó que le encantaría traer el show a Sudamérica, pero que, de momento, no hay planes. Casi tan lejana parece la posibilidad de una reunión con Robert Fripp: “Tenemos buena relación con él pero nuestra agenda es muy complicada. Pero estaría bien si él lo pide.”

Mientras otra entrevista espera en orden para cumplir con los diez minutos de rigor, Levin adelanta el inminente lanzamiento de un disco con nuevo material y la intención de editar un box set y un DVD. Algo de ello, junto una versión de “The Firebird Suite”, de Igor Stravinsky: y, probablemente, versiones de “Red” o “Breathless” se podrán escuchar este viernes, desde las 22 en el Dixon.