Hiperconectados. La nueva tribu que suma cada vez más integrantes que trabajan desde oficinas virtuales con todas las aplicaciones y conexiones tan necesarias como posibles.
Los que son parte del nuevo fenómeno utilizan por lo menos siete dispositivos para trabajar y de acceso pesonal (desde TV por cable, celular y iPod hasta GPS) y nueve aplicaciones, como mensajería instantánea, mensajes de texto, redes sociales o conferencias web).
Según un informe de la consultora IDC y la tecnológica Nortel, hoy el 16% de la fuerza laboral mundial está hiperconectado.
El diario La Nación informa en su edición de hoy que en apenas 5 años, los hiperconectados representarán el 40% de la fuerza laboral y serán un desafío para las empresas, que deberán contar con la infraestructura necesaria para soportar la avalancha de soluciones y equipos.
En la región, los hiperconectados son el 12% de la población en actividad, mientras que el 52% está "crecientemente conectado" (cuatro dispositivos y seis o más aplicaciones).
"Es un fenómeno mundial. Casi el 20% de la gente ya está dispuesta a comunicarse con el trabajo en vacaciones, en restaurantes, desde la cama y hasta en sus lugares de culto. La mayoría de estos empleados está en China, pero América latina muestra una de las mayores tasas de crecimiento", explica Alejandro Bourg, director de la Alianza de Comunicaciones Innovadoras entre Nortel y Microsoft en América latina y el Caribe.
En la Argentina, ya hay 1,3 millones de hogares con "oficinas virtuales", de acuerdo con un reciente informe de la consultora Carrier & Asociados. En esas casas, el 45% de las personas realiza su actividad laboral principal, lo que equivale al 22% del total de hogares conectados a la Red; el 29% realiza una actividad secundaria. Según Enrique Carrier, director de la consultora, "las cifras ponen en evidencia que existe un importante mercado para empresas de servicios de telecomunicaciones y proveedoras de tecnología. Pero abordar ese mercado no será tarea fácil, porque los proveedores no pueden detectarlos si pagan abonos residenciales".
A este desafío se suma el de los empleadores, que deberán adaptarse a los hiperconectados. Bourg lo plantea así: "El informe nos permite concluir que esta masa de trabajadores cambiará la forma de hacer las cosas, y las empresas tendrán que estar listas para aguantar la variedad de dispositivos y aplicaciones".
Los que son parte del nuevo fenómeno utilizan por lo menos siete dispositivos para trabajar y de acceso pesonal (desde TV por cable, celular y iPod hasta GPS) y nueve aplicaciones, como mensajería instantánea, mensajes de texto, redes sociales o conferencias web).
Según un informe de la consultora IDC y la tecnológica Nortel, hoy el 16% de la fuerza laboral mundial está hiperconectado.
El diario La Nación informa en su edición de hoy que en apenas 5 años, los hiperconectados representarán el 40% de la fuerza laboral y serán un desafío para las empresas, que deberán contar con la infraestructura necesaria para soportar la avalancha de soluciones y equipos.
En la región, los hiperconectados son el 12% de la población en actividad, mientras que el 52% está "crecientemente conectado" (cuatro dispositivos y seis o más aplicaciones).
"Es un fenómeno mundial. Casi el 20% de la gente ya está dispuesta a comunicarse con el trabajo en vacaciones, en restaurantes, desde la cama y hasta en sus lugares de culto. La mayoría de estos empleados está en China, pero América latina muestra una de las mayores tasas de crecimiento", explica Alejandro Bourg, director de la Alianza de Comunicaciones Innovadoras entre Nortel y Microsoft en América latina y el Caribe.
En la Argentina, ya hay 1,3 millones de hogares con "oficinas virtuales", de acuerdo con un reciente informe de la consultora Carrier & Asociados. En esas casas, el 45% de las personas realiza su actividad laboral principal, lo que equivale al 22% del total de hogares conectados a la Red; el 29% realiza una actividad secundaria. Según Enrique Carrier, director de la consultora, "las cifras ponen en evidencia que existe un importante mercado para empresas de servicios de telecomunicaciones y proveedoras de tecnología. Pero abordar ese mercado no será tarea fácil, porque los proveedores no pueden detectarlos si pagan abonos residenciales".
A este desafío se suma el de los empleadores, que deberán adaptarse a los hiperconectados. Bourg lo plantea así: "El informe nos permite concluir que esta masa de trabajadores cambiará la forma de hacer las cosas, y las empresas tendrán que estar listas para aguantar la variedad de dispositivos y aplicaciones".


