Se trata de un fármaco para reducir la grasa, que las autoridades sanitarias de los Estados Unidos aprobaron y estará pronto a la venta. Pero no para combatir la obesidad en humanos, donde el país norteamericano ya tiene un gran problema, sino en perros.

Resulta que cinco de cada cien ejemplares caninos estadounidenses tiene un excesivo sobrepeso, alcanzando un 20 por ciento más de lo normal. Y para ellos este adelgazante, fabricado por Pfizer, la mayor farmacéutica mundial.

El director del Centro de Medicina Veterinaria de la Administración para el control de Medicamentos y Alimentos, Stephen Sundlof, señaló en un comunicado que la incorporación de este medicamento a otras terapias ya conocidas para el control de la obesidad entre los perros continúa de esta manera aumentando, informó la agencia Europa Press.

Según las estadísticas utilizadas para la elaboración de los estudios, aproximadamente 5 por ciento de los 62 millones de perros en Estados Unidos son obesos, ya que rebasan en 20% el peso ideal.

El medicamento elaborado en forma líquida actúa reduciendo la cantidad de grasa que el perro absorbe.