Mientras la ley 26.061 que establece la protección integral de la infancia sigue sin aplicarse, un nene de 10 años intentó suicidarse cuando estaba alojado en una comisaría en la ciudad de Vera, en el norte de la provincia.

 

Al menor lo habían detenido el martes, junto a otros dos chicos de ocho años acusados de llevarse una caja con dinero de un comercio y gastarlo en golosinas, viajes de remís y parque de diversiones.

 

Entre los antecedentes del chico figura además el robo de dos latas de durazno, algunas llaves de una casa y la rotura de un vidrio.

 

De la misma manera que sus compañeros, el menor de 10 años, quedó detenido en la comisaría, los otros chicos pudieron salir cuando fueron entregados a sus padres, pero él debió quedarse en la seccional. Es que su madre se negó a retirarlo y según fuentes policiales manifestó que “no lo puede controlar”. Además, la mujer le negó la posibilidad a una tía del nene de hacerse cargo de la tutoría.

 

A un día de estar preso en la seccional, el chico intentó matarse. Sacó los cordones de su zapatillas y quiso ahocarse. Después del episodio el menor debió ser trasladado al hospital de Vera, donde quedó con custodia policial. Pero ahora no por su peligrosidad como delincuente, sino porque tienen miedo que vuelva a intentar quitarse la vida otra vez.

 

Según contó al diario El Ciudadano el juez de Menores Jorge Fernández, “el chico sigue en el hospital, pero su estado de salud es bueno”. En declaraciones a ese mismo medio el magistrado explicó que él no ordenó que el chiquito siguiera detenido, pero ante la negativa de la madre de retirarlo no le quedó otra que dejarlo en la seccional "ya que en Vera no hay instituciones adonde derivar al pequeño”.