“Un efecto dominó sobre toda la comunidad”. Tal como lo describió este miércoles su jefe comunal, Juan Gufi, todo Centeno sufre los efectos de la crisis de Sancor, su principal planta industrial, donde trabaja uno de cada diez (300 sobre 3.000) habitantes del pueblo. El cierre lleva 40 días y el futuro es incierto, pero la desesperación de los empleados y sus familias ya se traslada al comercio y a las arcas municipales, donde tampoco ingresa dinero.

Desde el móvil de Telenoche (El Tres. a la vera de la ruta 34, a unos 100 kilómetros de Rosario, el intendente recordó que la empresa está paralizada “por falta de leche” desde principios de marzo. En un principio iba a ser por un mes, pero el plazo se extiende y no hay respuestas oficiales.

“Esperamos una respuesta sobre nuestro futuro laboral pero también desde lo económico, porque la realidad es que no tenemos un mango”, expresó por su parte Mauro, en representación de sus compañeros de la planta. Son más de 60 los que están sin cobrar.

“El último pago fue hace unos 20 días, que nos depositaron 8.000 pesos, pero nos adeudan parte de febrero y de marzo. Ahora se acerca la fecha de cobro de abril pero no tenemos noticias. Que alguien dé la cara”, reclamó.

Señaló que hay “incertidumbre” por la situación de la compañía –que en Centeno tiene una de sus cinco plantas de la provincia– pero a la vez aparecen “una certeza, y es que la gente no tiene dinero ni para cubrir sus necesidades básicas”.

Por eso la manifestación realizada este miércoles a la noche en el marco de un acampe permanente contaba también con muchos vecinos y comerciantes que se ven directamente perjudicados por el rotundo enfriamiento del consumo en el pueblo. “El pueblo está mal. Los negocios están totalmente vacíos”, aseguran.

El jefe comunal Gufi precisó, en ese sentido, que el funcionamiento de Sancor vierte más de 2 millones de pesos mensuales a la economía de Centeno y la falta se siente.

Reconoció que existen negociaciones con una empresa de Buenos Aires que se presentó como interesada en tomar los hilos de la fábrica, donde se producen quesos, pero no hay avances concretos.

En la localidad del centro santafesino todos coinciden en que son “rehenes de una pelea entre el gobierno, el sindicato y los directivos de Sancor”. Y la problemática comenzó a extenderse al resto de las usinas de la cooperativa, donde ya iniciaron un plan de lucha. En Gálvez, por caso, los trabajadores comenzaron un paro por tiempo indeterminado.

Corte de ruta

Los trabajadores, con el apoyo de la población, anunciaron temprano que este viernes, si siguen sin cobrar, cortarán la ruta 34 para hacer más visible la crítica situación que les toca atravesar.

Propuesta del gremio

Ante este escenario, y mientras se intenta avanzar hacia una solución, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) propuso este miércoles a sus afiliados que donen parte de sus sueldos para "apoyar" a los trabajadores de Sancor, ya que "prácticamente no están cobrando de sus haberes".

"En una muestra absoluta de conciencia social solidaria, esta asamblea, que registra la representación de todo el país, propone que los trabajadores de la actividad que se desempeñan en las otras empresas donen una parte de su sueldo para apoyar a los compañeros de Sancor que actualmente ya prácticamente no están cobrando sus haberes", informó dicho sindicato a través de un comunicado.

A partir de la crisis que vive la cooperativa lechera, sus trabajadores aceptaron una rebaja de sus sueldos, hace más de dos semanas, del 15% por seis meses.

Desde la entidad sindical, consideraron que "por su magnitud y profundidad, la crisis que atraviesa Sancor constituye un problema social que excede largamente el ámbito laboral de sus dependientes, amenazando las economías locales y regionales de su vasta zona de influencia" y que " en ese contexto, surgen voces y opiniones ajenas y extrañas a la problemática de la empresa".

"Sectores que consideran los derechos laborales como privilegios, y califican a las agrupaciones sindicales de raigambre constitucional como entidades marginales, profundizando las diferencias que tanto dañan a nuestra sociedad. Atilra no está enfrentada ni con Sancor ni con el Estado. Y siempre hemos estado a disposición y concurrido a cuanta reunión nos convocaron", agregaron.