Nombre homónimo para su sexto disco. La banda rosarina Degradé muestra, este viernes a las 21.30, en el Teatro Príncipe de Asturias del Centro Cultural Parque España, su última producción integrada por 11 temas nuevos grabados a fin del año pasado bajo la producción de Franco Mascotti. “Nunca antes la música que hacíamos había representado tanto a la banda y a lo que palabra Degradé significa: un viaje a través de los colores sin corte, fluyendo”, explicó a Rosario3.com, Nahuel Marquet, uno de los integrantes.

Emiliano Cattaneo (voz, piano y sintetizadores), Pablo Giulietti (guitarras), Guido Benvenuti (guitarras), Tito Barrera (batería) y Lisandro Sague (bajo) completan la actual formación. La propuesta, según sintetizó Marquet, es el amor: “El disco expresa un amor muy grande por las canciones y por el lugar a donde ellas te llevan. El amor y la canción son el motor, son la nave que mueve a esta banda al momento de crear”, sostuvo.

Por su parte, Cattáneo agregó: “Este disco es un modo de pararnos hacia el futuro, es lo que siempre quisimos ser, una banda de canciones concretas y viajeras, que cada disco nuestro sea un paseo, un enero mental. Degradé del negro al blanco en un transito cálido”.

Trece años pasaron del lanzamiento de Ratitas, el disco que daría comienzo a una extensa producción musical con sabor local. Le siguieron Bandas en puerto, disco grabado en vivo con las seis agrupaciones ganadoras de un concurso organizado por la Municipalidad de Rosario. En 2001 llegó Agua, en 2005 el EP Árida y en 2007 La hora azul.

“El nuevo disco se nutre de lo que nos pasa y de aquello que queremos que nos pase”, advirtió Marquet. “Flores amarillas”, “Perla del Sol”, “Casa en los árboles”, son algunos de los temas incluidos: “Creemos que una canción puede cambiar el mundo, el propio y el de todos y escribimos para que eso suceda, como sucede con aquellas canciones que amamos”, reveló el cantante.

“Creo que cada disco de Degradé es un viaje distinto, y muy personal", dijo Cattaneo al respecto. "No nos sale repetirnos. En este caso creo que es un disco muy ancho, con mucha sonoridad a diferencia de la oscuridad de Agua o el beat de La Hora azul, este disco viaja de el campo a la ciudad de un modo muy armonioso”, observó. En cuanto a la inspiración: que le da aire a este nuevo trabajo, expresó: “Nuestras vidas han cambiado y nos encuentra con un prisma esperanzador, disfrutando del campo del viaje, del tránsito y saboreando la calle también y sus sorpresas. El fantasma del rock argentino esta super presente en el disco, crecimos con esos artistas y suenan en nuestra obra”.

En el medio, el cambio y el crecimiento brindado por la experiencia de ensayos y escenarios, de horas juntos y separados, palpitando melodías. “Existe un crecimiento musical en poder llegar a lo que uno escucha en su cabeza al momento de componer y en entender que en la música “menos es más”. Una madurez al momento de arreglar una canción sabiendo escuchar lo que ella necesita y solamente eso”, reflexionó Marquet.  Del otro lado, un público que “por suerte se ha venido renovando y al mismo tiempo hay quienes nos aguantan, nos quieren y nos esperan desde el comienzo”.

Pasó el tiempo, claro. Y de esto mismo hablan en “Wilqui”, en la que juntos, Marquet y Cattáneo, ponen sus voces: “Tiempo de partir y andar. Tengo tanto hacia adelante como tanto atrás. Y el final. De donde vuelvo a comenzar”.