El tercer lugar y la magra cosecha de votos en las últimas elecciones sacudió al Frente Progresista y empujó al gobernador Miguel Lifschitz a una reorganización del espacio que ya tiene chispazos y diferencias.

El mandatario convocó a un asado para discutir el futuro de la alianza que gobierna Santa Fe hace una década pero hubo ausencias de peso: los radicales del grupo NEO, según contó la periodista de Radio 2 Ivana Fux.

El sector que lideran el vicegobernador Carlos Fascendini y el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro se reunió en la previa y resolvió no asistir a la cita. Quedaron molestos por el desplante que hizo Lifschitz cuando pidieron que se aparte del gabinete a los otros radicales, los que forman parte de Cambiemos a nivel nacional pero siguen en el Frente provincial.

El vicegobernador Fascendini señaló el martes, junto al ministro de Gobierno Pablo Farías, que “quienes no comulgan con los principios del Frente se bajen del barco”.

La desautorización de Lifschitz fue categórica: “El gabinete de un gobernador lo define el gobernador. Aquí y en la China”. “No es momento de pedir renuncias a nadie sino de escuchar tranquilamente y repensar una estrategia”, dijo a Radio 2.

Lischitz también habló de la reelección de los cargos, entre ellos el suyo. Quizás allí radique la otra novedad política que informó Ivana Fux desde la capital provincial. El gobernador tuvo un encuentro con su antecesor y titular del Partido Socialista (PS), Antonio Bonfatti, con quien mantiene una relación distante y preside la Cámara de Diputados provincial, llave de cualquier reforma constitucional.