El presidente del Pontificio Consejo de la Cultura del Vaticano, Gianfranco Ravasi, dijo que "el infierno, en primera instancia, puede ser visto como una reliquia del pasado, del periodo paleolítico pero en realidad es particularmente importante en el mensaje cristiano".
El diario El Nacional publicó las declaraciones del funcionario de la Curia Romana quien analizó la percepción actual sobre la figura del demonio que, según la tradición católica, representa al "príncipe del mal", el ángel que se rebeló a Dios y busca inducir a la perdición a las almas.
"Naturalmente el infierno no es el sitio de las flamas que queman –imagen utilizada para representar el lugar de la condenación– , sino un estado de situación en el cual se encuentran las criaturas que se alejan de Dios", afirmó Ravasi.
La sociedad moderna tiene una actitud de olvido y confusión sobre Satanás pese a ser todavía un "componente oscuro de la humanidad", reflexionó Ravasi, para quien "por desgracia" en la actualidad cuando se habla de infierno inmediatamente aparece una idea que se remonta a la imagen tradicional y eso provoca confusión en la gente común, incluso cierto tipo de paranoia.
Asimismo, advirtió que las posturas demasiado flexibles por quitar los "lugares comunes" populacheros e "irónicos" sobre el Diablo en realidad terminan por negar su existencia y darle muy poca atención.
"Paraíso e infierno como destinos y la presencia satánica oscura, aunque sean de difícil representación, no son reducibles simplemente a un juego; se debe evitar el demonio con la cola y todo el aparato irónico pero sin arribar a la indiferencia o la negación del mal", aseguró el prelado, y concluyó que "el infierno no pintado de manera pintoresca o folclórica es una categoría fundamental sin la cual no tendría sentido el Dios de la justicia o el hombre libre que tiene la última palabra por su libertad".
El diario El Nacional publicó las declaraciones del funcionario de la Curia Romana quien analizó la percepción actual sobre la figura del demonio que, según la tradición católica, representa al "príncipe del mal", el ángel que se rebeló a Dios y busca inducir a la perdición a las almas.
"Naturalmente el infierno no es el sitio de las flamas que queman –imagen utilizada para representar el lugar de la condenación– , sino un estado de situación en el cual se encuentran las criaturas que se alejan de Dios", afirmó Ravasi.
La sociedad moderna tiene una actitud de olvido y confusión sobre Satanás pese a ser todavía un "componente oscuro de la humanidad", reflexionó Ravasi, para quien "por desgracia" en la actualidad cuando se habla de infierno inmediatamente aparece una idea que se remonta a la imagen tradicional y eso provoca confusión en la gente común, incluso cierto tipo de paranoia.
Asimismo, advirtió que las posturas demasiado flexibles por quitar los "lugares comunes" populacheros e "irónicos" sobre el Diablo en realidad terminan por negar su existencia y darle muy poca atención.
"Paraíso e infierno como destinos y la presencia satánica oscura, aunque sean de difícil representación, no son reducibles simplemente a un juego; se debe evitar el demonio con la cola y todo el aparato irónico pero sin arribar a la indiferencia o la negación del mal", aseguró el prelado, y concluyó que "el infierno no pintado de manera pintoresca o folclórica es una categoría fundamental sin la cual no tendría sentido el Dios de la justicia o el hombre libre que tiene la última palabra por su libertad".


