Los nuevos concejales juraron este miércoles en sus cargos, pero enseguida fueron a un cuarto intermedio. Es que no había acuerdo para definir quién sería el presidente del Concejo, ante la decisión de la oposición de dar pelea por ese cargo y el empate en número de bancas que tiene con el oficialismo. En este marco, el concejal radical Jorge Boasso ofreció una alternativa para destrabar la cuestión y que fue aceptada por el socialista Miguel Zamarini: el presidente del cuerpo renunciará al doble voto. Así, Boasso se abstuvo en la votación y el socialismo consiguió el voto de diferencia para que su candidato le ganara la pulseada a Daniela León, propuesta por el arco opositor. La cuestión se resolvió a la 0.50 de este jueves, catorce horas de que arrancara la jornada con la jura de los nuevos ediles. 

Boasso y Zamarini llegaron a un acuerdo sobre la cuestión durante un móvil en vivo en el programa De 12 a 14, de Canal 3. Pero para el PJ no tiene valor alguno, pues entiende que no es un derecho sino un deber el doble voto del presidente.

Más allá de esa propuesta, que los once ediles del Frente Progresista hicieron llegar de forma oficial a los once opositores, la negociación continuó hasta bien entrada la noche de este miércoles. La oposición juntaba 9 votos en torno a la candidatura de la radical Daniel León (quien dijo estar "apenada") –además de Boasso se abstuvo Laura Weskamp– y el Frente Progresista sumó 11 con la candidatura de Zamarini.

En el acuerdo se repartían las 10 comisiones en partes iguales, 5 para el oficialismo y 5 para la oposición. La Oficina Municipal de Defensa del Consumidor quedará para un radical –no se descartaba una renovación de Néstor Trigueros en el cargo–. Mientras la vicepresidencia primera del cuerpo la ocupará la rossista Norma López y la segunda Boasso.

"Los espacios estarán bien equilibrados. No hay apuros y debemos tener paciencia", reconoció Zamarini a Rosario3.com en plena negociación nocturna.

Más temprano, el nuevo edil Alberto Cortés, de Proyecto Sur,criticó al socialismo porque aseguró que él iba a apoyar la continuidad de Zamarini en la presidencia pero que "el oficialismo ni siquiera está dispuesto a cumplir con una ordenanza aprobada por unanimidad en 2004", en relación a una modificación del Tribunal de Cuentas que le da mayor poder de control a las acciones del Ejecutivo.

Cortes pidió el compromiso de la intendencia para instrumentarlo a cambio de su apoyo a Zamarini, pero ante la respuesta negativa decidió no apoyar porque la reacción del socialismo es “preocupante y sospechosa”.

El plan B

Boasso ya había planteado más temprano en el programa Diez puntos, de Radio 2, su propuesta de que, para que Zamarini siga en la presidencia del Concejo y ante la decisión opositora de dar pelea por el cargo, una solución posible era la autolimitación en el doble voto.

“Es un mecanismo que reflejaría lo que la ciudadanía votó el 27 de desptiembre, es decir, la finalización de una mayoría automática”, afirmó.

En el móvil que cambios compartieron en De 12 a 14, Zamarini recogió el tema y dijo que en cuatro años sólo una vez usó el doble voto y que no tenía problemas en firmar un compromiso de autolimitación. “Quienes estamos en política entendemos que el abuso de poder es inconveniente”, enfatizó.

Boasso tomó con beneplácito la postura de Zamarini, de la que dijo que se estaba enterando en ese momento, y si bien primero había avisado que con esa condición estaba dispuesto a votarlo en el recinto, aclaró que primero debía poner la cuestión en debate en la “mesa de la oposición”.

"Papelucho"

Y si bien tras la nota en Canal 3, quedó la sensación que se iba a destrabar la reelección de Zamarini –quien también admitió que a la oposición le corresponde el manejo del 50 por ciento de las comisiones–, el PJ dejó en claro que su postura es que el compromiso del socialista "es un papelucho" sin ningún valor, ya que no se puede renunciar al deber de desempatar en votaciones igualadas.

De todos modos, Arturo Gandolla admitió que con que un solo miembro opositor se abstenga alcanza para que Zamarini sea reelecto.

En principio, el radical, que calificó al vuelco en la negociación como un "efecto Boasso", aseguró que los once concejales del Frente Progresista firmaron un compromiso para ceder la mitad de las diez comisiones a la oposición y que se comprometen a que el presidente Zamarini "no utilizará el doble voto salvó caso de excepcionalidad".

Sobre la calificación de "papelucho" que dijo Gandolla, señaló que se trata de "un compromiso firmado" y que en todo caso tiene la misma validez que "cualquier otro papel que votamos en el Concejo". Boasso estaría a favor de ese acuerdo aunque, dijo a Rosario3.com, esperará el consenso entre todos los bloques.

Once contra once

Más temprano, por Radio 2, la concejala María Eugenia Bielsa (Bloque Encuentro por Rosario) confirmó la conformación de un sector opositor de once ediles para la votación del nuevo presidente del Concejo. “La elección es once a once y tenemos una tercera vuelta que es por sorteo”, advirtió.

Es que, en caso de empate, la elección del presidente del Concejo se definiría a través del bolillero.