Todos los ojos estaban posados en ellos. En Ariel Zapata y Alejandro Da Silva. Ambos, junto al arquero Justo Villar y Matías Donnet, volvían al equipo tras haber perdido sus puestos con el arribo de Caruso Lombardi, y por lo tanto, era inevitable que se sintieran “en examen”.
Todos cumplieron. Pero fueron Pepi y el delantero paraguayo los más destacados de este grupo de evaluados: el mediocampista corrió hasta el final y robó la pelota que derivó en el gol ganador; el guaraní fue el encargado de definir ese balón cedido por el volante y de desatar la locura en el Parque.
“Es muy importante esta victoria, porque logramos ganar el partido que nos permitía alcanzar a Central. Aparte los resultados se nos dieron a favor y la victoria era de seis puntos”, inició el diálogo con la prensa Zapata. “Yo estoy contento por eso, pero ahora se vienen dos partidos muy difíciles de visiantes, que en esa instancia nos cuesta. Hay que trabajar con eso, y poder ganarlos, eso va a ser nuestra objetivo”, agregó luego Da Silva.
El atacante paraguayo contó su gol: “Así es el fútbol: le pegué medio mordida y se desvió, pero fue gol. Le agradezco a Dios esta oportunidad, porque lo necesitaba mucho, y nos sirvió para lograr una diferencia importante”.
Zapata, por su parte, resaltó el valor de haber ganado cuando las condiciones en la tabla del promedio se presentaban favorables: “Teníamos el karma de que todos jugaban para Newell’s y no podíamos ganar. Esto nos tranquiliza un poco; por suerte logramos quebrar esta racha y ahora vamos por más”, cerró el pelilargo.
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