En medio del debate sobre la presencialidad en las escuelas producto de la situación epidemiológica y sanitaria por la pandemia del coronavirus, una fiscal de Delitos contra la integridad sexual afirmó que la falta de alumnos en las aulas hace que no puedan advertirse situaciones que puedan indicar que sufren abusos, como tampoco su conducta para hacer un "seguimiento". Como contracara, también indicó que hubo "más denuncias" desde el año pasado porque las víctimas se animaron más a hablar con su núcleo familiar, cuando los agresores no forman parte del grupo conviviente.

En una entrevista brindada a Rosario3, la fiscal Alejandra Raigal de Delitos contra la integridad sexual afirmó que el abuso sexual infantil es un delito "súper difícil de denunciar" a veces porque la víctima se encuentra bajo amenaza del violador. A veces, la denuncia llega porque el menor cuenta la situación ante otro familiar, que es quien termina exponiendo el delito ante autoridades policiales o judiciales.

La fiscal también señaló que a veces la detección de los casos de abuso se dan en otros ámbitos, como en la escuela. "Esto de que no haya escuela es muy bravo porque está imposibilitando que docentes adviertan cambios de conducta, baja en el rendimiento, que antes se denunciaban y el Ministerio de Educación nos ponía en conocimiento", explicó.

Según Raigal, la virtualidad puede haber afectado más a chicos que tienen "como ámbito de pertenencia" la escuela o un centro de salud. "Tienen la copa de leche y pasan gran parte del día ahí y se notan cuestiones de los chicos", añadió.

"Hablo con docentes para consultarles por algún alumno en particular y surge eso: no me pueden decir nada porque la virtualidad impide que puedan contar. O, a veces, no tienen ni teléfono para conectarse. Está impactando", sostuvo.

La funcionaria judicial también aseveró que "aumentó muchísimo la denuncia (de abuso sexual infantil) desde el año pasado, pero desde otro punto de vista. Cuando el delito es intrafamiliar, pero no de su grupo de convivencia, los chicos se animaron a hablar porque se está hablando más en las casas. Surgieron más revelamientos".