El barrio San Carlos de la ciudad de Casilda fue escenario de un tiroteo contra dos viviendas y una peluquería en la madrugada de este lunes. Es el tercer caso que trasciende en lo que va de 2022 de este tipo de ataques –abuso de arma, en jerga judicial– en la cabecera del departamento Caseros.

Pasada la 1.30, según fuentes policiales, vecinos de una ochava de Las Heras y Belgrano escucharon el rugir de una moto, el ruido de detonaciones y el estallar de vidrios.

Fueron al menos tres disparos que dieron contra dos monoambientes y un local de peluquería, contiguos y alquilados por dos hombres de 32 y 41 años, según trascendió.

En el lugar se hizo presente personal del Comando Radioeléctrico, de la comisaría 1ª y luego de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para realizar las primeras medidas, que quedaron a cargo de la fiscal Marianela Luna.

Este tipo de atentados, que se cometen a diario en Rosario y con menos frecuencia en la ciudad de Santa Fe y Venado Tuerto, no son habituales en Casilda.

Sin embargo, las alarmas se encendieron el 17 de septiembre cuando una casa de Cerrito al 1600, en barrio Granaderos a Caballo, recibió nada menos que 22 balazos. En un principio, el ataque desorientó a los investigadores, ya que en ese domicilio vive un matrimonio de jubilados que se mostró ajeno a cualquier tipo de entuerto mafioso. La hipótesis de que los pistoleros erraron de blanco cobró fuerza desde la primera hora.

“Todo hace pensar, por el despliegue, que tiene que ver con otros hechos, con gente que no es de acá, por lo que es una investigación compleja. Falta terminar de identificación del vehículo, pero sí podemos afirmar que posiblemente se haya dirigido a la ciudad de Rosario", dijo a Radio Casilda el fiscal Emiliano Ehret.

La balacera mafiosa desató todo tipo de especulaciones en la población. Conjeturas vinculadas con la supuesta llegada de representantes de la narcocriminalidad rosarina con intereses en la nocturnidad casildense. Y motivó una reunión entre el ministro de Seguridad, Rubén Rimoldi (oriundo de Casilda), el intendente, Andrés Golosetti, y Sebastián Sanitá, jefe de la Unidad Regional IV.

En la periferia del barrio Nueva Roma, en un pasillo de viviendas precarias ubicado en Vélez Sarsfield al 4100, a fines de mayo se registró otro hecho de abuso de armas relacionado a conflictos entre vecinos. Dos días después, el 2 de junio, el personal de la AIC local detuvo a dos sospechosos.