La investigación del robo a un estudio jurídico en el centro de Rosario, cometido de madrugada a fines de diciembre pasado, condujo a la detención de una pareja de policías que vive en Roldán.

Este sábado, la fiscal Juliana González le atribuyó a Pablo Alejandro Ramírez (43 años) haber cortado previamente los cables de las cámaras de seguridad y el suministro eléctrico como parte de las tareas de inteligencia para obtener un botín calculado en 120 mil dólares y dos millones de pesos. Esas acciones, dijo la fiscal, fueron cometidas con un auto robado en la localidad bonaerense de Caseros, el cual fue secuestrado en poder de la médica policial Karina Soraya Navarro (48). El vehículo "poncho" tenía otra patente y el motor cambiado. Por ello también fueron imputados por encubrimiento y adulteración agravados.

El sábado, en el marco de una audiencia imputativa que se desarrolló en el Centro de Justicia Penal (CJP) durante más de cinco horas, la jueza María Isabel Mas Varela avaló la imputación de la fiscal y dictó 60 de días de prisión preventiva efectiva para Ramírez. A la mujer, madre de un varón de un año y cuatro meses, le concedió la prisión domiciliaria.

El miércoles pasado personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) procedió a la detención de la pareja a pedido de la fiscal González, que había reunido elementos de prueba sobre el escruche al estudio jurídico Menicocci y Asociados, de España 728, perpetrado el 26 de diciembre entre la 1.30 y las 4.

De acuerdo con la imputación, esa madrugada Ramírez junto a tres personas no identificadas forzó la puerta del bufete. Ya dentro, revolvieron el lugar y pudieron abrir dos cajas fuertes para alzarse con 120 mil dólares, 2 millones de pesos, una notebook, una impresora, un cheque por 125 mil pesos y el dispositivo DVR (digital video recorder) que almacena las grabaciones de las cámaras de seguridad.

Semejante hurto tuvo tareas de inteligencia previas, señaló la fiscal. Hay dos registros. El jueves 23 por la noche y el viernes 24, durante el ajetreo previo a la Nochebuena, los escruchantes “evaluaron los movimientos del lugar, lugares posibles de accesos, egreso, medidas de seguridad, lugares donde se hallaban colocadas cámaras de videovigilancia, cortes de suministro de energía eléctrica, cortes de cables de cámaras de videovigilancia, entre otros”, enumeró la funcionaria del MPA.

El vehículo robado en Caseros, Buenos Aires, en marzo de 2021.

En ese sentido, el jueves cortaron el cable de la cámara de seguridad de una zapatería lindera al estudio. Y el viernes cortaron el cable del suministro de energía. Para el domingo 26, la batería de la alarma se había agotado.

Tanto para el robo como para los preparativos, los sospechosos se movilizaron en un Chevrolet Tracker que, según estableció la Fiscalía, había sido robado a mano armada en marzo de 2021 en Caseros. En este vehículo, que tenía otra chapa patente, se movilizaba el pasado miércoles Karina Navarro cuando fue detenida en Tarragona y Juan B. Justo.

A la par, Ramírez fue detenido en Roldán, donde –según declaró él mismo en audiencia– es propietario de una empresa constructora de viviendas. El último destino de este policía fue la Unidad Regional III del Departamento Belgrano, indicaron fuentes del caso.

Para la Fiscalía no hay dudas que ambos imputados estaban al tanto del origen ilícito del vehículo, que tenía otro guarismo sobrescrito en los cristales y otro número de motor, que no era el que le correspondía. Por ello, fueron imputados como coautores de “encubrimiento por receptacion dolosa doblemente agravado por ánimo de lucro y por su condicion de funcionario público, en concurso real con adulteracion de guarismos”.

La jueza Mas Varela dio por acreditada la imputación por robo doblemente agravado por haber sido cometido en lugar poblado y en banda y por la condición de integrantes de las fuerzas policiales, en calidad de coautor para Ramírez, y de partícipe necesario para Navarro.