Lula da Silva y Jair Bolsonaro cerraron sus campañas en la previa de los comicios que definirán al próximo presidente de Brasil este domingo. Tras dos meses y medio de actos, acusaciones y chicanas, este sábado, Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro dieron por finalizadas sus campañas electorales rodeados de cientos de sus seguidores.

En medio de un clima tenso entre ambos bandos, los candidatos se mostraron confiados de cara a los comicios que se avecinan.

Las encuestas están divididas entre quienes dan ganador a Lula y quienes aseguran un segundo mandato de Bolsonaro. El denominador común entre todas, sin embargo, es la estrecha diferencia que separa a los candidatos.

Lula encabezó la marcha “de la victoria” en la ciudad de Sao Paulo junto al ex mandatario uruguayo José Mujica. Allí, dio una breve rueda de prensa en la que acusó a su oponente de “mentir descaradamente” durante toda la campaña y de ser “una filial” del expresidente estadounidense Donald Trump, por tener una “fábrica” de desinformación.

 “Un ciudadano de esos, descontrolado, no tiene condiciones psíquicas de gobernar” un país del tamaño de Brasil, apuntó el líder del Partido de los Trabajadores (PT). A su vez, le reprochó haber “aislado totalmente” al país de la esfera internacional.

Por todo esto, el dirigente progresista se mostró confiado en que ganará en las mesas este domingo y volverá a la presidencia en lo que sería su tercer mandato: “Me parece que el pueblo brasieño está cansado y creo que va a cambiar este gobierno”, declaró.

Por su parte, Bolsonaro salió en su moto por las calles de Belo Horizonte, capital del decisivo estado de Minas Gerais. El mandatario se mostró con una remera verde y amarilla -en representación de la bandera de Brasil- y se mantuvo cercano a la gente. Así, saludó a quienes se acercaron a su tradicional marcha sobre ruedas y hasta se sacó fotos.

Posteriormente, voló a Río de Janeiro, donde este domingo emitirá su voto. A diferencia de su contrincante, quien ofreció una rueda de prensa, Bolsonaro utilizó las redes sociales para expresar sus últimas ideas antes de que la ciudadanía vaya a las urnas.

En ellos, resaltó los logros de su gestión económica y atacó nuevamente a Lula, a quien acusó de ser una figura anclada “en el pasado” y de “estar preso en la época en la que el brasileño era esclavizado”.

Por otro lado, en un video divulgado por su equipo de campaña, el capitán reiterado del Ejército llamó a sus simpatizantes a ser “fiscales” de la votación en los colegios electorales.

 “Amigos y amigas, este próximo domingo, ahora, mañana, sea fiscal de Bolsonaro. En el lugar de votación, usted estará atento, pendiente de todo lo que ocurra allí dentro. Ayude a nuestro Brasil”, decía el video.

Este pedido se enmarca en la campaña de descrédito contra el sistema de votación electrónico que el Presidente lidera y que se suma a las críticas que realizó contra las autoridades electorales -a quienes acusa de estar maniobrando en favor de Lula-. Brasil utiliza este método desde hace casi tres décadas, en las cuales nunca han habido sospechas.

Esta última semana, Bolsonaro también había denunciado la difusión de propaganda electoral en un grupo de radios que, aseguró, lo perjudicaron.

Si bien en el pasado había insinuado que no reconocería el resultado en caso de derrota, este viernes durante el debate, se comprometió a respetar los números finales, sean o no en su favor: “El que tenga más votos ganará. Eso es democracia”, aseguró.

Fuente: EFE