Fernán González Bernaldo de Quirós –hijo de padre y nieto de abuelos maternos españoles– es más conocido como Fernán Quirós. Se podó los apellidos y se quedó con el último. Este médico, que este sábado cumplirá 60 años, es el ministro de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (Caba) y por su alta exposición en los medios de alcance nacional, pero también por su moderado y didáctico perfil, fue uno de los rostros más visibles durante la pandemia del covid-19. Hoy es un hombre clave del equipo de Horacio Rodríguez Larreta en su proyección como posible candidato a las presidenciales del 2023 y empieza recorrer el país llevando las ventajas de la gestión porteña y como sostén de las figuras locales del espacio.

Quirós pasó este viernes por Rosario y Firmat donde tendrá reuniones con referentes partidarios del PRO y encuentros con colegas. Tuvo un mano a mano con Rosario3 donde fue muy claro: “La pandemia no pasó, puede haber una nueva ola y recién después del verano podremos pasar a una última etapa”. También mostró su “respeto” para con el modelo de salud pública de la ciudad y cree que la provincia en ese sentido está “un paso atrás” de Rosario, sin embargo cree que “es momento de repensar el sistema”.

El ministro de Salud de Larreta viene de la gestión privada con varios cargos de gestión y docencia en el Hospital Italiano de Buenos Aires y se convirtió en una de las voces más buscadas en materia de salud durante la pandemia.

–¿Ya pasó la pandemia?

–La pandemia no pasó. Pasamos a una segunda etapa. La primera etapa transcurrió bajo tres olas. Una primera ola donde había casos y contagios, siete días después una segunda ola de internaciones en terapia intensiva y otros siete días después una ola de fallecidos. Esa etapa terminó en octubre del año pasado cuando alcanzamos niveles de vacunación importantes.

Ahora estamos en una segunda etapa de una ola de la pandemia: aparecen olas de casos de contagios pero son más leves o no hay grandes impactos, así tuvimos una ola de Ómicron BA1 en enero, una ola de otra variante en mayo y seguramente tendremos una ola más de ómicron BA4 o 5. ¿Por qué no estamos en una tercera etapa que sería la circulación habitual de un nuevo virus respiratorio? Porque aún hay olas masivas de casos, probablemente después del verano entraremos en la tercera etapa.

–¿Qué autocrítica se hace de lo actuado durante la pandemia?

–Es muy difícil. Deberías hacerla sobre tus acciones con la misma cantidad de información que tenías cuando tomaste ciertas decisiones. Creo que Argentina debería haber tenido una estrategia de testeo más intensiva, en ese sentido en Caba tuvimos una política muy activa.

Segundo, se pudo haber hecho mejor la cuarentena, menos prolongada y con un desandado más rápido, nosotros desde agosto de 2020 empezamos a debatirlo porque estábamos convencidos que había que mitigar el daño que generaba la cuarentena y atender la enfermedad. Y después debería haberse llegado a más vacunas y más rápidamente y no negando ninguna opción.

–¿Con qué momentos o experiencias se queda después de haber pasado la primera etapa de la pandemia?

La pandemia no fue una enfermedad biológica. Sino que fue una catástrofe universal, humana y social mediada por un virus. La pandemia puso de relieve tres dimensiones que nos debe hacer reflexionar y cambiar desde lo personal y lo colectivo. La primera es la dimensión humana-individual: estamos priorizando cosas que no son las más trascendentes como nuestra autonomía, la libertad, los vínculos afectivos y el compartir cotidiano con nuestros afectos.

La segunda dimensión es la necesidad de la malla social y construcción de vínculos para contener, atender y cuidar las catástrofes sociales y personales, la pandemia demostró que si todos nos cuidábamos nos iba mejor a cada unom por ello hay que construir cuidados colectivos que no nos destruyan.

La tercera dimensión es super-relevante y es la global y universal: no hay una sola salud, es imposible pensar la salud humana si no cuidamos la salud vegetal y animal. Esta pandemia se produjo por la pérdida de hábitat de muchos animales y es impensable que por más vacunas que tengamos si descuidamos el medio ambiente nos vamos a seguir enfermando a lo largo del futuro.

Una mirada local

 

–¿Qué concepto tiene sobre la salud pública de Rosario?

–Es pionera en términos de estrategia de salud pública basada en la atención primaria de salud y por ello le tengo un enorme respeto. Como toda salud pública en la Argentina ha ido perdiendo capacidades producto del deterioro de los presupuestos y sobretodo porque la sociedad va variando sus necesidades y no hay sistema público que pueda estar a la altura de una sociedad que se degrada en términos de condiciones económicas, de niveles de pobreza e indigencia, de violencia familiar y social y de cuidado de su salud antes que llegue la enfermedad. Por eso se necesita repensarla y rediseñarla adaptada a esta realidad.

–¿Y cuál es su mirada sobre la salud pública de la provincia de Santa Fe?

La Provincia está un paso atrás de la ciudad en particular por su situación geográfica y sociodemográfica. El 70 por ciento de los problemas tiene que ver con los determinantes sociales de la salud. En una sociedad que se va empobreciendo, violentando y que pierde procesos educativos y capacidades de desarrollo, naturalmente el sistema de salud cruje.

El futuro político

 

–Su perfil de gestión es casi muy parecido al Jefe de su Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires...

–Tengo enorme admiración por Horacio (Rodríguez Larreta) y su equipo. Salí de mi zona de confort del ámbito privado para poner mi granito de arena. Me siento a gusto en esta dinámica en que la solución de las cosas requiere de una construcción colectiva en la diversidad en base a encuentros y consensos. Ninguno tiene la verdad absoluta pero los funcionarios somos los responsables de encontrar esos denominadores comunes y llevarlos adelante con responsabilidad, trabajo y respeto hacia los otros.

–¿Será candidato en las elecciones del año que viene? Por su alta exposición y su perfil hasta incluso se lo llegó a mencionar como posible candidato para un cargo ejecutivo más importante o al menos legislativo...

–Aún no es tiempo de candidaturas. Las candidaturas para el año que viene hay que definirlas el año que viene. Tenemos una sociedad dramáticamente dañada y hay que poner el 99 por ciento del foco en gobernar. No nos parece que sea el momento y personalmente estoy enfocado en recuperar a la sociedad lo más que se pueda. Por supuesto que no me desentiendo que algunos me valoran como potencial líder social y el día de mañana lo iremos transitando.

–¿Qué opinión tiene sobre el espacio opositor en Santa Fe y sobre algunos de sus hombres y mujeres?

Para entender al territorio, hay que ir y sentirlo. Me he reunido con muchos de Santa Fe, valoro mucho a las personas, después de haber estado allí podré hacer alguna valoración en particular.