A principios de año, se pronosticó el regreso de numerosos accesorios, y la mayoría de ellos son vintage. Uno de ellos son los velos (los de rejilla), que, si bien al principio no convencían a muchos, ahora han terminado de apoderarse del street style.

Canalizando el estilo de los años 30’s, los velos en forma de tocado son el último grito de la moda, dándole una apariencia renovada y elegante a cualquier look, sea para un desfile, matrimonio u outfit formal.

Cuando pensamos en un velo, la primera imagen que se nos viene a la cabeza es el clásico modelo que cubre el rostro, trayéndonos al recuerdo alguna novia a la que se lo vimos puesto antaño. Pero la moda siempre está en continua evolución, y hoy tanto los modelos de velos como las formas de lucirlo son tan variados que te sorprenderán.

Velos de todas las formas y tejidos. Está el velo corto o blusher que llega hasta los hombros y es ideal para quienes no quieren llevar algo demasiado impactante; el velo medio que llega hasta los codos; o el tradicional velo largo con efecto de cola.

Ahora bien, la clave para llevar un velo es, como hemos visto en personas como la reina Letizia, en ocasiones especiales o con un look que lo justifique (por ejemplo, para una boda, ceremonia, cóctel, etc.). 

Hay que destacar un tip muy básico así como muy muy eficaz. Un gran velo con tejidos como el encaje, el tul o el guipur cobrarán más protagonismo si se luce con un vestido sencillo y liso. Si por el contrario es el vestido el que incorpora este tipo de telas más sofisticadas o detalles como la pedrería, deberá ser el velo el que quede en un segundo plano.

Así que ya lo sabés, si querés darle un toque de sofisticación y genialidad a tus outfits no dudés en incorporar un velo de rejilla como tocado y lucir espectacular.