El defaulteado financista Luis Herrera no para de sumar dolores de cabeza. Este viernes una familia de ahorristas lo denunció penalmente por haberle estafado en una inversión superior al millón de dólares. En la presentación aseguraron que los depositos que hicieron en su agencia de la Bolsa fueron para operar en el mercado de futuros de Chicago, pero el dinero habría sido desviado a cuentas personales de Herrera y desde julio pasado nunca más tuvieron acceso a sus fondos.

La nueva presentación contra Herrera ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA) es la más importante individualmente por el monto involucrado y tiene el patrocinio de los abogados Paul Krupnik y Martina Linza. “Vamos a solicitar la prisión preventiva de todos los directores de la sociedad anónima y vemos con beneplácito que existe desde la Fiscalía la voluntad de perseguir a ladrones de guante blanco”, anunció Krupnik.

En el escrito presentado esta mañana, los damnificados denuncian que el abuelo de la familia operaba desde hace décadas con la agencia de Bolsa Fernández Soljan, llegando incluso a forjar una gran amistad con su titular, Paulino Fernández Soljan. Por esa relación ellos siguieron operando en la agencia, que luego fue controlada por el yerno de Benito, que era Herrera y a quien conocían desde el tiempo en que era sólo empleado de la firma.

“Valiéndose de la relación, en 2008 Herrera ofrece abrir cuentas para operar futuros y opciones en el Chicago Borad of Trade (CBOT) con rendimientos de 2% en dólares bimestrales”, cuentan. Y resaltan que Herrera se presentaba com experto en el tema y que “de modo permanente señalaba a Fernández Soljan como agente de transparencia”.

Fue así que hacia 2008 abrieron las primeras cuentas corrientes por 9,190 dólares, y si bien desconocían las particularidades de la operatoria de futuros y derivados, lo que quedó claro era que todas las operaciones debían hacerse en el CBOT. “Dicho en buen romance, no tenía autorización para timbear el dinero sino para invertir en ese mercado institucional y formal de los Estados Unidos”, resaltan.

Las notificaciones sobre los rendimientos les llegaban por correos electrónicos de Luis y su hijo (Ignacio). Lo cierto es que, si bien Herrera había mostrado a Fernández Soljan como estandarte y que los  negocios se iban a hacer a través de la agencia de Bolsa, los mails en los que les llegaba la información (saldos, etc) eran de casillas personales de la familia Herrera.

Como los rendimientos fueron buenos en todo 2008, la familia va abriendo otras cuentas. En 2008 suma otra de 9,030 dólares; en 2009 abre una por u$s9,800 dólares y otra por 3,590 dólares. Según informan los denunciantes, los montos depositados tuvieron como orígen la venta de propiedades de la familia que fueron heredando. Finalmente, las cuentas comitentes que abrieron tenían fondos por 1,124,867 dólares.

Durante años los retiros se hicieron sin problemas, hasta el 2 de julio de 2021, fecha en que todas las cuentas recibieron su último movimiento. El 8 de julio, se cuenta en la denuncia, una de las ahorristas avisó que iba a hacer un depósito, pero que la secretaría Estefanía Carini, que aclaró que “para retiros tenía un atraso de tres a cuatro meses”. Para los ahorristas, “eso denuncia que, al menos, la empresa para esa fecha tenía cabal conocimiento de su situación económica y continuaron su raid delictivo de apropiación de fondos ya depositados como así también tomando nuevos”.

Y como los ahorristas siguieron insistiendo para hacer depósitos, la secretaria les avisaba: “Querida, te comenté de las demoras? Vos no vas a necesitar nada en los próximos cuatro meses? Te aconsejo: quedate con algo encima. Mucha gente deja y luego no puede sacarla a tiempo”.

Lo cierto es que a partir de julio del año pasado, y pese a las inmuerables promesas, nunca más pudieron acceder a su dinero. Y una constante para argumentar la falta de entrega de los depósitos fue que “Herrera contestaba con explicaciones técnicas difíciles de de entender para los que no están en la materia”.

Y si bien reconocen que siempre Herrera, sus hijos y su personal, estuvieron a disposición, resaltan que nunca explicaron lo sucedido y que les iban patenado respuestas para "las próximas dos o tres semanas" desde el último contacto. “Hablaban de una cuenta en Estados Unidos a nombre de Luis Herrera, pero que no podía hacer movimientos a otra cuenta, salvo propias”, recuerdan que les dijo. Tambien cuentan que les dijo que "debido al empeoramiento de la situación argentina por el cuál en 2021 descendió a la categoría de stand alone no se pudo seguir trabajando como lo venía haciendo".

Un punto importante es que, estallado el escándalo, y ante las denuncias penales, Herrera les dice en un encuentro (el tercero mantenido) que “son denuncias para que me asuste. Pero no voy a arreglar nada porque eso implica reconocer que hice un delito y no cometí ninguno”. Y les agregaba que “tenía miedo de ir preso, pero que no iba a ceder”, y que “esperaba a que salga el concurso de acreedores porque tenía todo inhibido”. Muchas veces, según la denuncia, Herrera no atendía porque decía "que tenía los teléfonos pinchados".

Para los denunciantes, “lo ocurrido no es un mero incumplimiento contractual, sino que es un grave delito penal”, y lo califican de estafa porque ellos habían depositado dinero para operaciones en mercados institucionales a los que Herrera les habría dado otro destino, algo prohíbido por la ley ya que los agentes de Bolsa deben solicitar autorizaciones de los ahorristas para el manejo del dinero de sus clientes.

En una reunión, fechada en diciembre de 2021, Diego Herrera, hijo de Luis, le dijo que "en el concurso preventivo de acreedores buscaban separar a los buenos clientes de los hostíles, con dos propuetas: integral el saldo de su cuenta en un fideicomiso de garantía de pago y otra hacer un convenio de pago de acuerdo a los movimientos que tengan", propuesta que nunca concretó en detalle.

“La estafa aquí denunciada supuso la sustracción sin autorización de dinero depositado en la cuenta comitente que supuestamente tenía que estar invertido en el mercado de Chicago. Es más, aprovecharon una relación personal y estrecha con nuestro abuelo para repentinamente y sin autorización tomar el dinero de las cuentas para uso propio”, resaltan los denunciantes.

"Desconozco si Herrera operaba en forma personal, con alguna sociedad a su nombre o siempre utilizando como agente a la firma Fernández Soljan, de la cual es presidente. En ese sentio es que Herrera concurre en este delito de manera tanto personal como en su caracter de presidente de la firma", dice la denuncia firmada por los abogados Paul Krupnik y Martina Linza.

"De la normativa regulatoria surge que los fondos y valores negociables que son propiedad de los inversores clientes de la agencia (Alyc) siempre deben mantenrse separados de los valores negociables y de los fondos propios de la algencia (Alyc). También que se deberán abrir la cantidad de cuentas de custodiad de valores negociables y de cuentas de depósito de los fondos que sean necesarios a los fines de mantener una clara separación e individualización de los activos propios de la Alyc, de los activos de clientes propios", resalta la denuncia. "Sin perjuicio que el avance de las investigaciones probase la comisión de otros ilíctos penales como asociación ilícita, entendemos claramente configurada la figura de administración fraudulenta", agregan los abogados.

"Es suficiente que con el engaño tenga la suficiente aptitud para inducir al error a la víctima, aunque no vaya acompañado de maniobras o maquinaciones, y en este sentido somos víctimas del engaño denunciado, aquí vemos con claridad que efectivamente existieron maniobras y maquinaciones. El señor fiscal tendrá que pensar en una SA autorizada por la Comisión Nacional de Valores (CNV) para actuar en el mercado de capitales, que afirma publicitariamente invertir sumas millonarias, cuyos miembros del directorio aprovechan una relación personal con nuestro abuelo, que repentinamente y sin autorización toma un dinero de nuestras cuentas para uso propio", finaliza la denuncia. 

Un caso de película

Herrera, uno de los financistas más renombrados de Rosario con más de 30 años de intachable trayectoria pagando los mejores rendimientos del circuito, entró en default a finales de 2021 por una deuda que se estima ronda los 30 millones de dólares.

En 2020 empezaron a trascender sus primeros problemas de liquidez ya que no estaba en condiciones de devolver los depósitos que algunos ahorristas le querían retirar, si bien el pago de interés se mantenía sin problemas. No obstante en 2021, la situación se empezó a tensar cuando crecía la cantidad de ahorristas que no podían sacar sus fondos.

En octubre del año pasado la situación estalló cuando no pudo cubrir un faltante de 800 mil dólares en los saldos de sus cuentas en Fernández Soljah. Fue ahí que el Mercado de Futuros Matba Rofex informó la situación a la Comisión Nacional de Valores (CNV) y lo corrió del cargo de tesorero que tenía en la entidad. El órgano de control suspendió las operaciones de Fernández Soljan y ahí se desató la corrida sobre su financiera personal entrando ya en noviembre en un default total.

En diciembre del año pasado, Herrera presentó la convocatoria de acreedores. Según la presentación judicial, demás de los 800 mil de Fernández Soljan, que no está en convocatoria, y el crédito en Transatlántica, dijo tener 36 acreedores a los que les debe 7 millones de dólares. En definitiva, sumando sólo en blanco estaría debiendo 11 millones de dólares. Y como el grueso de su problema es la deuda blue, en el mercado se estima su deuda en torno a los 30 millones de dólares.

Pero el juez de primera Marcelo Quiroga se la rechazó por inconsistencias. Fue así que Herrera apeló antes de la feria judicial de enero. Pero a principios de junio, el tribunal de apelaciones volvió a negar la apertura. La resolución lleva la firma de los jueces Pablo Cifré, Ivan Kvasina y Ariel Ariza.

Luego de prometer a sus clientes un acuerdo privado, y sin nunca haber podido explicar las razones de su crisis de manera convincente, Herrera le estaba prometiendo a los acreedores una solución en el marco de la convocatoria. Pero ahora que no podrá explorar esa ruta, habrá qué ver a qué estrategia recurre.

En una primera lectura, el rechazo de la Cámara lo complica seriamente porque queda expuesto a pedidos de quiebra y más embargos. Y además, tarde o temprano, las convocatorias siempre terminan jugando a favor de la empresa concursada.

Es por eso que para los acreedores que se muevan rápido se les abre la oportunidad de tratar de recuperar parte de su dinero vía el remate de bienes, por ejemplo propiedades, vehículos de colección, una embarcación y, sobre todos, sus acciones en el mercado de futuros Matba-Rofex, a las que les apuntan muchos inversores. Frente penal

En paralelo a su agencia de Bolsa (Fernández Soljan), Herrera tenía un negocio financiero a nombre propio en la que tomaba dinero de particulares diciendo que lo colocaba en un fondo que realizaba complejas colocaciones en el mercado de futuros de Chicago que, sostenía, le permitían pagar altas tasas en dólares, que oscilaron el 7 y el 12 por ciento anual de manera constante por décadas.

Al estallar su crisis, algunos ahorristas lo denunciaron penalmente. Y fue así que sus domicilios (comerciales y particulares) fueron allanados y quedó inhibido en sede civil e interdicto en sede penal, además de embargado, y por eso no puede disponer de sus bienes.

Herrera acumula unas 20 denuncias penales, pero ya hay listas para presentarse otras tanda similar. Y también está avanzada una acción colectiva de al menos 60 inversores damnificados. Incluso, hay damnificados que pidieron la detención de Herrera, su esposa y sus dos hijos, entendiendo que hay riesgo de fuga.

Pero el dato es que en los allanamientos, que encabezó el fiscal Miguel Moreno, no se hallaron nunca indicios del supuesto fondo en el que colocaba el dinero para invertir en el mercado de futuros de Chicago, lo que alienta las hipótesis de que ese puede estar ante un esquema “ponzi” en el que Herrera podía mantener el giro siempre y cuando consiguiera nuevos inversores para pagarle intereses a los viejos ahorristas y que nunca le pidan el capital.

Precisamente, uno de los factores que alientan la hipótesis de una simple estafa es que Herrera nunca pudo explicar con claridad cómo se le provocó el descalce. Siguiendo esa línea, la Justicia deberá indagar si el dinero de sus clientes se perdió por negocios financieros que salieron mal en algún momento o si Herrera se lo quedó (en total o en parte), y por eso los fiscales siguen la pistas de algunas cuentas que tiene en el exterior.